Pasadas las fiestas de Navidad y fin de año, el gobierno se aviene a volver a restringir la circulación social para intentar mitigar la segunda ola de pandemia en Santa Fe. Ayer la ministra de Salud, Sonia Martorano, admitió como probable decretar el "toque sanitario", tal como ya lo dispusieron Chaco y La Pampa, aunque eso por ahora no será. El temor está puesto en el flujo turístico de estas vacaciones que regrese contagiado a la provincia. Por eso ayer, mientras presenciaba la vacunación de personal de salud, Martorano pidió una vez más responsabilidad social, y enfocó a los jóvenes, como franja etárea de mayor movilidad y transmisión del coronavirus.
El operativo de vacunación ayer alcanzó los 4.000 agentes del aparato de salud pública y privada. Se incorporó un vacunatorio en el Galpón 17, frente al Monumento, adonde ayer fueron inoculadas unas 200 personas que trabajan en sanatorios y efectores que no tienen ese servicio.
El gobierno espera recibir una segunda tanda de 12.000 dosis para avanzar en la vacunación de los 75.000 agentes de salud. "Nos faltan 50 mil para personal de salud y otras 30 mil para agentes de seguridad. Cuando llegue ese número, sobre fines de enero, podríamos concluir con ese segmento”, calculó.
En rueda de prensa, la ministra aprovechó para refutar otra vez la campaña anti vacuna y aseverar que hasta ahora hubo pocos casos de efectos adversos como cefalea, mialgia o fiebre, no más de 24 horas, y ningún caso ha sido grave. "Les pido que busquen información oficial, no audios de grupos que no quieren que la gente se vacune", recalcó.
La ministra brindó sustento a la decisión de restringir la circulación nocturna que han asumido otras provincias. "Esto es no solo para reducir la transmisión del virus sino también para reducir los accidentes y riñas callejeras que luego ocupan camas que pueden necesitarse para pacientes covid. Esto también nos preocupa", dijo. Entonces se le preguntó por la chance de que en Santa Fe se apliquen restricciones como las que en Chaco rigen desde esta semana y que se ha definido como toque de queda, a secas.
"En nuestro país se dice toque sanitario, y ya lo hizo La Pampa, Chaco. Veremos cómo evoluciona. Santa Fe sigue la línea nacional y el que decide es el gobernador", aclaró sin descartar esa medida. Martorano tenía ayer una reunión con el ministro de la Nación, Ginés González García, y otros ministros de provincias.
La mayor preocupación oficial es la inconducta social, expresada en una docena de fiestas clandestinas desactivadas en los dos últimos fines de semana en varias localidades, y la afluencia masiva y despreocupada de bañistas y navegantes a la isla frente a Rosario. "El virus está mutando en el mundo porque a mayor transmisibilidad la cepa cambia: el virus quiere sobrevivir, y eso lo favorece el mayor nivel de reuniones sociales sin cuidados", observó Martorano.
La funcionaria de salud enfocó su preocupación en "los jóvenes que están viajando a la costa, vemos por televisión que se reúnen sin barbijos, fiestas, y esos chicos al volver es probable que vuelvan contagiados". "Se puede hacer turismo –aclaró– pero con los cuidados, porque estamos en una pandemia, no es igual que otras veces".
Santa Fe volvió a informar ayer un número alto de contagios: 1488 nuevos positivos. De esos, 553 se reportaron en el departamento Rosario, y 485 en la ciudad. Murieron 42 personas en la provincia, y de esas, 20 fallecieron en Rosario.
"Sostenemos unos 1000 casos de base, y no es poco. El sistema no se satura, pero cualquier variante puede producir un nuevo brote. Aprovechemos que tenemos la vacuna en el mismo año que surgió la pandemia, que estamos vacunando en distintos puntos, que el Estado se acerca y vacuna. Pero si nosotros no modificamos nuestra conducta, no nos cuidamos, no manejamos en burbuja, la transmisión sigue y el virus muta", alertó la ministra por enésima vez.
En este marco, justificó el confinamiento de fase 1 impuesto desde ayer en Tostado. "Por el aumento de casos y por el comportamiento social que observamos. Eso se puede replicar", avisó Martorano.