El cierre de las exportaciones de maíz en enero y febrero sigue moviendo las fichas en el tablero de la política del agro. La dirigencia de la Mesa de Enlace sin Coninagro anunció un cese de comercialización de todos los granos desde el lunes 11 al miércoles 13 de enero. El gobierno advirtió que ante el paro “no moverá un pelo” la decisión de suspender exportaciones.
De todas formas, previo al lockout, las empresas que componen la cadena del maíz, incluyendo productores e industrias que lo demandan como insumo en el marco del Consejo Agroindustrial Argentino, mantendrán una reunión este miércoles para poder consensuar y acercar alguna propuesta al gobierno, que puertas para adentro de muestras de estar dispuesto a rever la medida siempre que la salida sea negociada y no impuesta.
Como sea, se transita un delicado camino. En el interior bonaerense y en la provincia de Córdoba está en marcha la agenda de asambleas de productores “autoconvocados” en donde hay simpatía política por el PRO.
Una pata menos
La decisión de la Mesa de Enlace contó con el apoyo del titular de la Sociedad Rural, Daniel Pelegrina; de Jorge Chemes, de Confederaciones Rurales Argentinas, y de Carlos Achetoni, de la Federación Agraria, pero no de Coninagro. El lockout es un guiño a las bases más duras en contra del Gobierno y un poco de pirotecnia ante el supuesto riesgo de que la medida del maíz sea el comienzo de mayor “intervencionismo estatal”.
“No es momento para un paro, pero sí para reclamar que las medidas tomadas por el Gobierno de intervención y regulación de los mercados no son las adecuadas y el sector cooperativo las rechaza por completo. No adherir al cese de comercialización es una medida a favor del país, no a favor del Gobierno. Hay un marco social muy complejo y queremos a través del diálogo poder solucionar la competitividad del sector agropecuario. No rompemos con la Mesa de Enlace”, dijo Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, al explicar los motivos que llevaron a la entidad a no adherir a la medida de fuerza. “Como hemos trabajado sobre los consensos, también hemos sido respetuosos de la autonomía que tiene cada una de las entidades al interior de sus órganos de Gobierno, y de las divergencias que puedan surgir de esa autonomía en cuanto a la forma de manifestar el malestar compartido”, dijeron los dirigentes de la Mesa de Enlace en un comunicado.
Las tres entidades que llevarán a cabo la protesta insistieron “en la necesidad de revisar esta medida absolutamente negativa para los intereses de todos los argentinos, en un marco del diálogo con las autoridades que puedan resolver los destinos del futuro del campo y del país”, en el marco de una reunión celebrada a través de la plataforma Zoom.
Respuesta oficial
Horas antes de la reunión de la dirigencia rural, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, había advertido que “si hacen un lockout, el Gobierno no se va a mover un centímetro”. “Que aquellos que pueden hacer el esfuerzo lo hagan. No solo con el aporte extraordinario sino también cumpliendo su responsabilidad en las decisiones que están marcadas por el interés colectivo y no solo por el interés sectorial. Al campo le ha ido muy bien y por una vez debe pensar en el bien de los argentinos. Tuvieron ganancias por encima de la media de los argentinos. El esfuerzo lo tienen que hacer aquellos que puedan hacerlo. Los empresarios pymes, los comerciantes y los laburantes ya han hecho un gran esfuerzo durante el año y no pueden más, necesitan que el Estado los acompañe y los apuntale”, indicó el ministro.
En paralelo, van a haber negociaciones en estos días entre los actores de la cadena del maíz y el gobierno. La idea del Ejecutivo es que entre privados puedan llegar a acuerdos de abastecimiento del maíz, para evitar faltantes y sobreprecios en las industrias que lo utilizan como insumo.
Por lo pronto, las entidades que reúnen a la cadena de producción de los cuatro cultivos (AcSoja, Maizar, ArgenTrigo y Asagir) criticaron la medida del gobierno al plantear que “erosiona fuertemente la confianza y conduce a que inmediatamente se retraigan las inversiones, tanto las de corto plazo, como puede ser el plan de siembra y paquete tecnológico a aplicar, como también en las inversiones de largo plazo, como la decisión de comenzar un programa de Investigación y desarrollo, o la construcción de una planta industrial. Al mismo tiempo, necesitamos demostrarles a nuestros clientes del exterior que pueden contar un proveedor confiable”.
Suspensión temporaria
La reacción del agro responde a la decisión del Gobierno de suspender temporariamente la exportación de maíz hasta el primero de marzo de 2021, cuando arranca formalmente la nueva campaña de venta 2020/21 del cereal. El argumento oficial consiste en la necesidad de asegurar el abastecimiento del grano para los sectores que lo utilizan como materia prima en sus procesos de transformación, como carne de cerdo, pollo, huevos, leche y feedlot.
Empresarios de la industria aviar, principal demandante de maíz, tuvieron reuniones en las últimas semanas con autoridades del Ejecutivo para explicar las dificultad en el acceso al grano a buenos precios, en un contexto de fuerte aumento a nivel internacional. Por eso, presionaban para su salida del programa de Precios Máximos. Los números oficiales marcan que a la fecha se lleva autorizada la exportación de 34,23 millones de toneladas de maíz de la presente campaña 2019/20 sobre un total teórico exportable de 38,50 millones de toneladas. Es decir que ya se vendió al exterior casi el 90 por ciento de lo que se preveía. Ahora se calcula que a la oferta interna teóricamente disponible de unas 4 millones de toneladas se suman las 4 millones que iban a la exportación.
Los llamados productores autoconvocados tienen armado un cronograma de asambleas confirmadas para calentar motores en contra del Gobierno. Ayer hubo una concentración en Río Cuarto y le seguirán en los próximos días encuentros en Bell Ville, Pergamino, Cruce de A012 y ruta 34, cruce ruta 9 y 178, Jesús María, Pampa del Pocho y Crespo.