La petrolera estatal YPF anunció la venta de sus oficinas centrales en Puerto Modero. La Torre diseñada por Cesar Pelli funciona como sede principal de la empresa desde 2008. El valor de mercado del edificio ronda los 400 millones de dólares.
Fuentes oficiales aseguraron que la decisión se suma a otras acciones corporativas que apuntaron en los últimos meses en la misma dirección. Se busca reacomodar la estructura a la transformación que ha impulsado la pandemia y las posibilidades que ha generado el trabajo remoto. Principalmente reconociendo el costo no justificado de mantener estructuras importantes y de dimensiones como la torre de Puerto Madero.
El objetivo definido por la petrolera es desprenderse de distintos activos edilicios con el objetivo de volver a la firma más ágil y moderna, mientras se reasignan los recursos obtenidos por las ventas al core del negocio que es la producción de energía.
“Se ha puesto en marcha la posibilidad de ejecutar la operación ni bien se alcance una oferta con el valor esperado. Según el mercado inmobiliario sería aproximadamente de 400 millones de dólares”, indicaron fuentes cercanas a la empresa.
Agregaron que “la decisión es parte de la estrategia de la petrolera de concentrar todos sus recursos en el core del negocio, esto es la producción de energía y financiar con los recursos parte del plan de trabajo”. La firma lleva adelante una política de austeridad en la gestión para intentar reacomodar los desbalances de los últimos años.
La Torre diseñada por Pelli cuenta con 160 metros de altura, 33 pisos y 3 subsuelos. Es parte del paisaje de Puerto Madero y en los últimos años se convirtió en un edificio de referencia.
YPF había vendido recientemente un edificio en el centro porteño por 30 millones de dólares. Se trata de la Torre Blanca, situada en Tucumán 744, que fue adquirida por Aysa, empresa que hasta ese momento alquilaba oficinas en ese mismo espacio.
La petrolera estatal atravesó en los últimos años fuertes dificultades incluidas el retroceso del precio del crudo a nivel internacional y un desplome de las acciones a los precios más bajo de la historia. Si bien en los últimos meses registró mejores resultados de gestión, en el tercer trimestre continuó anotando un balance deficitario. La pérdida de la firma se ubicó por encima de los 1500 millones de dólares.