En medio de los disturbios generados por los seguidores de Donald Trump en el Capitolio, la Policía halló explosivos en la sedes centrales de los partidos Republicano y Demócrata.

 La situación en la capital de Estados Unidos es crítica por la violenta intervención de los militantes del presidente saliente para suspender la esión especial del Poder Legislativo que debía reconocer la victoria electoral de Joe Biden, por lo cual el Pentágono se vio obligado a movilizar los reservistas de la Guardia Nacional. 

El explosivo encontrado en la sede del partido Republicano fue detonado con éxito por el personal policial, mientras que en la sede demócrata se procedió a una evacuación por la presencia de un paquete sospechoso, según reportaron los medios norteamericanos. Los locales de los dos partidos centrales de la política norteamericana se encuentran a pocas cuadras del Capitolio, que había sido invadido por los seguidores de Trump. 

En tanto, el Pentágono activó a todos los reservistas de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia, alrededor de 1100 soldados, para tratar de contener la "insurrección" en el Capitolio.

"La Guardia de D.C. ha sido movilizada para apoyar a las fuerzas de seguridad federales", dijo el portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, en un comunicado.

Fuentes del Ejército de tierra de EE.UU. precisaron al diario The New York Times que los movilizados eran todos los componentes de la Guardia Nacional en el distrito, es decir, 1100 militares reservistas.

Además, el gobernador de Virginia -estado contiguo a la capital-, el demócrata Ralph Northam, anunció que había enviado a Washington a miembros de la Guardia Nacional de Virginia junto a 200 agentes estatales para contener los disturbios.

La Policía del Capitolio advirtió poco antes que no tenía agentes suficientes recursos para contener a los cientos de seguidores de Trump que irrumpieron a la fuerza en el Capitolio y provocaron la evacuación de las dos cámaras del Congreso.

El asalto al Congreso se produjo cuando ambas cámaras celebraban una sesión para certificar la victoria electoral del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre pasado.

Los manifestantes rompieron ventanas y abrieron puertas a la fuerza hasta superar a la Policía del Capitolio, que asegura las instalaciones del Legislativo.

Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos en la escalinata del edificio, pero decenas de personas consiguieron entrar a los salones de los plenos de la Cámara de Representantes y del Senado mientras los legisladores eran evacuados, así como el vicepresidente Mike Pence.

Durante los incidentes una mujer fue herida de bala, y murió pocas horas después, convirtiéndose en la primera víctima fatal de "la insurrección" de los republicanos, tal como la calificó el presidente electo, Joe Biden.