Mientras espera la aprobación de su pliego para mudarse al Juzgado Federal de La Plata, el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, avanza con la investigación sobre la organización paraestatal que tenía como cara visible al falso abogado Marcelo Sebastián D’Alessio y sobre las bases que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) desplegó en provincia de Buenos Aires durante los primeros años del gobierno de Mauricio Macri. Este viernes, Ramos Padilla indagará a Aldo Eduardo Sánchez, un hombre dedicado a las transferencias financieras y que estaba ligado a la banda de D’Alessio. El juez había ordenado la indagatoria de Sánchez en mayo del año pasado, pero todo se demoró porque hubo que extraditarlo desde Panamá. El nombre de Sánchez --oriundo de Santa Fe pero que se movilizaba con pasaporte italiano-- surgió de un grupo de WhatsApp llamado "Buenos Aires" que se detectó en el Iphone X de D’Alessio.
El grupo en cuestión lo había creado Ricardo Bogoliuk, un expolicía que se sumó a la AFI durante el macrismo para comandar la delegación de Ezeiza del llamado “Proyecto AMBA”. Al menos entre marzo y diciembre de 2018 ese sistema de mensajería estuvo activo y se utilizó para armar esquemas financieros con miras a colocar fondos de origen ilícito en cuentas offshore.
Ramos Padilla reconstruyó que Sánchez estuvo, además, vinculado con estafas multimillonarias al banco del Vaticano en 2013 y que, en el esquema de D’Alessio, tenía contacto directo con los titulares reales de los fondos de origen que buscaba colocar en el sistema bancario formal a través de distintas maniobras fraudulentas. En toda la trama, Sánchez figuraba como sender (remitente) de los fondos ilícitos y era quien hacía las negociaciones para las cuentas offshore. La investigación sobre el llamado Grupo Buenos Aires ya fue convalidada por la Cámara Federal de Mar del Plata.
Proyecto AMBA
Cuando termine la feria, Ramos Padilla volverá a adentrarse en otra estructura vinculada a Buenos Aires pero directamente dependiente de la AFI de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. Al juez federal de Dolores le quedó pendiente indagar a algunos de los coordinadores de la Dirección de Reunión Provincia de Buenos Aires, que dependía del abogado Pablo Pinamonti y que tuvo a su cargo el llamado “Proyecto AMBA”, que no fue otra cosa que el desembarco de la AFI en la provincia para hacer espionaje político. Esas indagatorias serán en la primera semana de febrero.
Según reconstruyó Ramos Padilla, la AFI dirigida por Arribas creó seis bases en el Área Metropolitana de Buenos Aires para hacer pie en un distrito tradicionalmente difícil para el macrismo. Las bases funcionaron entre abril y diciembre de 2017, pero la actividad informal podría haber comenzado a mediados de 2016. Desde el inicio, el llamado “Proyecto AMBA” estuvo enfocado en la realización de tareas de inteligencia por razones políticas, algo que está reñido con la ley.
Contando a los jefes, en las seis bases AMBA operaron 61 agentes de la AFI. A los que se les deben sumar los cinco coordinadores y Pinamonti, que estaba a cargo de todo el Proyecto. Las seis bases trabajaron mancomunadamente con las tres delegaciones que la exSIDE ha tenido históricamente en el territorio bonaerense: las de Mar del Plata, La Plata y Bahía Blanca, que, entre todas, empleaban a 20 agentes.
Hasta ahora, Ramos Padilla procesó a trece personas por estos hechos: Arribas, Majdalani y Pinamonti como los máximos responsables. Debajo de ello, venían el exjefe de la Bonaerense Daniel Salcedo y el excomisario Vicente Melito, que oficiaban de coordinadores. Como responsables de las bases también fueron procesados Bogoliuk (Ezeiza), Pedro Oscar García (Quilmes), Alicia Nocquet (Haedo), Andrés Maisano (Pilar), Gustavo Carreiras (La Matanza), José Luis Fiorentino (San Martín), Roberto Hugo Bianchi (La Plata) y Nicolás Iuspa Benítez (Mar del Plata).
En la investigación surgió que no sólo Salcedo y Melito habrían cumplido el rol de coordinadores, sino otros tres agentes que trabajaban directamente con Pinamonti. Los tres están identificados en los procesamientos que dictó Ramos Padilla y ya fueron notificados --antes del inicio de la feria de verano-- de la convocatoria a indagatoria. Además de ellos, deberá presentarse uno de los jefes de la delegación Bahía Blanca. El juez ya indagó a uno de los responsables de esa delegación, Sebastián Novais, pero no avanzó con el procesamiento --aunque no lo desvinculó de la causa porque en el expediente figura, por ejemplo, que desde esa base se habría espiado a las movilizaciones por la aparición de Santiago Maldonado--. Ahora el convocado será quien fue el mandamás de la “base AMBA” de Bahía Blanca antes de junio de 2017, cuando Novais quedó formalmente a cargo.
Arribas viene reclamando que la causa del Proyecto AMBA --al menos en lo que a él respecta-- pase a Comodoro Py. El último día antes de la feria, el camarista Martín Irurzun le dio la razón al exSeñor Cinco y le ordenó al juez Ariel Lijo que le reclamara la causa a su colega de Dolores. No son sólo los tribunales de Comodoro Py los que juegan a favor del desmembramiento de la investigación de Dolores. La Cámara de Mar del Plata, al revisar el procesamiento del fiscal federal Carlos Stornelli, también sostuvo que Ramos Padilla no podía entender en la causa por el espionaje vinculado al Gas Natural Licuado (GNL) --causa madre del expediente de los "cuadernos" -- y en la de la mafia de los contenedores.
Más allá de la investigación judicial, la Comisión Bicameral de Inteligencia examina el "Proyecto AMBA" para su informe final sobre el espionaje en el macrismo que planea presentar a fines de marzo.