Los estudiantes autoconvocados de la Universidad Católica de Salta (Ucasal) saldrán nuevamente a las calles y se manifestarán este viernes 8 desde las 17, frente de la Catedral Basílica de Salta. Al igual que en 2019, el reclamo se debe al anuncio de aumentos en las matrículas y cuotas de las distintas carreras. Para este año, el incremento es del 35% para quienes cursan de manera presencial, y de un 37% para quienes lo hacen a distancia. 

Desde enero del año pasado está en proceso una acción de amparo que presentaron los estudiantes contra la Católica por el aumento para el ciclo lectivo 2020 y que consideran que no fue informado de manera correcta.

Vanesa, vocera de los estudiantes, lamentó que en el contexto de pandemia no sólo se anuncie un nuevo aumento sino que no se haya considerado la reducción de las cuotas durante el año pasado. Dijo que no hubo presencialidad en el dictado que justifique un cobro diferenciado con quienes ya cursaban a distancia. "Se mantuvo todo y las cuotas rondan entre los $11 mil y $20 mil", contó. 

De haberse producido la reducción, se estaría hablando de casi $3 mil menos en el abono. "No hubo respuesta y los precios se mantuvieron sin bajar nada", reiteró la vocera. Ayer los estudiantes elevaron una nota al rector de la Universidad, Rodolfo Gallo Cornejo, expresando su disconformidad ante el anuncio del nuevo aumento y solicitando una reunión de manera presencial para hablar sobre la problemática. 

Por su parte, el vicerrector administrativo de la Ucasal, Darío Arias, dijo a Salta/12 que el incremento es del mismo porcentaje del año pasado, pero la novedad es que no se anunció a fines de año. En este caso, el aumento se haría efectivo en febrero y posibilitaría que durante todo enero los estudiantes tengan el arancel de 2020.

Según Arias, se trata "básicamente de un incremento lógico porque estamos forzados con una inflación imperante y además, no hemos tenido incrementos de aranceles a mitad de año". La Ucasal suele actualizar los pagos a principio y mitad de cada año. 

Una de las carreras más costosas que tiene esta universidad privada es Veterinaria. La estudiante vocera afirmó que, de producirse el aumento, la matrícula pasaría a costar $27 mil y las cuotas rondarían los $14 mil. 

Los autoconvocados cuestionaron los aumentos ya que señalaron que la Universidad nunca dejó de facturar y además recibió el cobro del programa nacional de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP). Vanesa también indicó que "no hay consideración y una mirada hacia la situación de los estudiantes", también afirmó que el Arzobispado, tampoco se hizo eco de sus reclamos. 

En tanto, Arias aseguró que durante el año pasado no tuvieron una amplia caída en los ingresos económicos, pero sí "hemos sufrido atrasos en los pagos". Ese fue uno de los motivos que llevó a las autoridades universitarias a solicitar el cobro del ATP y que sólo recibieron por única vez en marzo. "Se cobró un mes por única vez y fue utilizado para el pago de los salarios del 50% de los trabajadores", agregó.

Además, el vicerrector dijo que viendo la imposibilidad en los pagos de las cuotas, implementaron el programa Ucasal te escucha, en cuyo marco "se trató de abordar caso por caso todas las situaciones de estudiantes con dificultades socio económicas para ayudarlos a que no abandonen sus estudios", explicó.

Dijo que esta medida resultó positiva dado que "de nada hubiera servido reducir la cuota un 30% porque hubo estudiantes que no tuvieron dificultades en abonar". Aseguró que de haber llevado a cabo la reducción, se iba a beneficiar a personas que "no tenían necesidad", se "habrían caído los ingresos, y no hubiéramos podido ayudar a quienes sí tenían necesidad". 

La institución implementó así las Becas Covid que beneficiaron a 169 estudiantes. Esto permitió que se realizaran planes de financiación por el atraso en los pagos, la reducción en las cuotas o becas con distintos porcentajes, que estaban sujetas a la posibilidad de pago. Arias dijo que esta medida seguiría vigente este año porque consideró "que aún hay muchas dificultades" entre los estudiantes. 

Deserción y un mal sistema

La vocera estudiantil, que pidió no difundir su apellido, sostuvo que con los meses de pandemia el año pasado, "muchos hogares se vieron afectados por problemas de desempleo". El grupo sostuvo que un número considerable de familias tuvo que tomar créditos para pagar las cuotas, otros estudiantes dejaron sus carreras y hubo quienes pidieron licencias para retomar luego, ante la imposibilidad de pago. 

Vanesa contó que el sistema de cobro de la Universidad tiene dos formas. Por un lado, están quienes abonan dentro de los primeros 10 días de cada mes con el monto que corresponde a las cuotas; en cambio, quienes no abonan antes del día 11 sufren un incremento.

Al igual que la totalidad de las universidades públicas y privadas, la Ucasal brindó enseñanza virtual. En ese sentido, la estudiante dijo que la institución ya contaba con el sistema a distancia, lo que de algún modo facilitó  la cursada. Pero aseguró que "no fue un sistema de calidad porque algunas veces se caía". Eso provocaba un retraso en la escucha de las clases o presentación de trabajos. 

Amparo en proceso 

Durante fines de 2019 se produjeron masivas y constantes movilizaciones de los estudiantes tras no obtener respuestas de las autoridades universitarias ante los pedidos de revisión de los aumentos. 

Actualmente se encuentra en curso una acción de amparo de los estudiantes autoconvocados contra la Universidad. El amparo exige la declaración de nulidad de las subas para el período 2020, que se dicte una medida cautelar para que los estudiantes puedan rendir exámenes y cursar el período, y el pago de $ 5 millones por parte de la Ucasal por violar la ley de defensa del consumidor.

El pedido de nulidad es porque "no se cumplió con el deber de información anticipada frente a un aumento de más del 30%”, según informó en su momento la representante legal de los estudiantes, Ivana Cresini. La causa está en manos del Juzgado de Primera Instancia del Trabajo Nº 4, a cargo de Cecilia Ávila.