Por primera vez desde el ataque con armas químicas del que se culpa a su gobierno, el presidente sirio Bashar Al Assad salió a acusar públicamente a Estados Unidos de haber “montado toda esa historia para usar de pretexto” y atacar a su país. Horas después de que se difundiera la declaración, se supo que 18 personas murieron en un ataque que la coalición internacional desató “por error” en una posición del ejército sirio.
"Para nosotros, es un invento al 100 por ciento", disparó Al Assad cuando durante una entrevista con AFP se le preguntó por la matanza de 72 personas ocurrida en la localidad de Khan Sheikhoun, que desató la condena internacional y por la cual Estados Unidos bombardeó el 7 de abril una base aérea del Ejército sirio.
Para el titular de gobierno de Damasco, “la impresión es que Occidente, principalmente Estados Unidos, es cómplice de los terroristas”, ya que el ataque ordenado por su par Donald Trump fue contra bases sirias apostadas para combatir al Estado Islámico (EI), adujo.
A pesar de este hecho, destacó Al Assad, "nuestra potencia de fuego, nuestra capacidad de atacar a los terroristas no resultó afectada por este bombardeo".
Hasta ahora, ni la Casa Blanca ni Francia ni Gran Bretaña (miembros de la coalición internacional junto con Rusia) mostraron pruebas que determinasen que Damasco fue el autor del bombardeo químico. Aún así, Trump reivindicó el lanzamiento de misiles a territorio sirio hecho desde el Mar Mediterráneo.
Este hecho, además, tensó la relación del gobierno norteamericano con Rusia, cuyo presidente Vladimir Putin es aliado de Al Assad y frenó en el Consejo de Seguridad de la ONU varias intervenciones armadas y diplomáticas contra Siria.
Otro hecho que se dio a conocer hoy y que aumenta la desconfianza entre los países que se aliaron para intervenir en el avance del jihadismo extremo del EI -supuestamente- sin interferir en la guerra civil siria, fue el ataque aéreo de la coalición contra una base ubicada en Al Tabka, el sábado pasado. Allí murieron "por error" 18 personas, en su mayoría soldados de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF).
Según el Pentágono, se identificó esa posición como una base del EI. Sin embargo, era de quienes lo combatían. El gobierno estadounidense expresó sus "más sentidas condolencias" a las familias de los muertos y prometió que investigará el origen de ese “trágico accidente”.