Debido al aumento exponencial de casos de coronavirus que amenaza con saturar el sistema de salud en el Reino Unido, los hospitales comenzaron a evaluar la posibilidad de trasladar a algunos pacientes a residencias de adultos mayores u otros centros ante la creciente demanda de camas.
Mientras tanto, continúa la campaña de vacunación que comenzó el pasado 8 de diciembre con la vacuna de Pfizer/BioNTech y esta semana sumó la aplicación de la fórmula de Oxford/AstraZeneca.
Los centros hospitalarios de Londres están al límite de su capacidad, sobre todo en cuidados intensivos. Según las cifras del Ministerio de Sanidad, hay 30.451 personas ingresadas en toda la nación, muy por encima del pico de 21.684 registrado en abril.
"La situación se intensifica muy rápidamente. La semana pasada vimos llegar 5000 nuevos pacientes con covid-19 a los hospitales, el equivalente a 10 hospitales llenos de pacientes con covid en sólo siete días", declaró a la BBC Chris Hopson, director de NHS Providers, organismo público encargado de abastecer los centros médicos.
Según advirtió, se está "llegando a un punto en el que las camas de los hospitales están llenas", por lo que se decidió buscar disponibilidad en otros lugares.
Las proyecciones, indicaron miembros del Servicio Nacional de Salud (NHS), no ayudan: inclusive si el número de pacientes con covid-19 aumentara poco y el incremento de la capacidad hospitalaria diera resultados, el 19 de enero habría un déficit de 2000 camas de cuidados generales e intensivos en los hospitales de Londres.
Rupert Pearse, doctor en el Royal London Hospital, declaró este jueves que están "muy preocupados por la gravedad de la situación, que es mucho peor que durante la primera ola" y admitió que es difícil "proporcionar la calidad de cuidado necesaria".
El profesional lamentó que el efecto de la pandemia esté restando capacidad para atender otras enfermedades como el cáncer, lo que significa que el servicio sanitario que se ofrece a los británicos "no es en estos momentos lo bueno que debería ser".
"A menos que la gente se tome en serio" las medidas de confinamiento, advirtió, el impacto en el NHS será "catastrófico" y el sistema podría verse desbordado en dos semanas.
Mientras tanto, crece el agotamiento entre los médicos, que expresaron sentirse "estresados y "desmoralizados" ante la carga de trabajo e insuficiencia de recursos, a lo que se añade el peso psicológico de lidiar con los efectos de la enfermedad, dijo Nick Striven, expresidente de la Sociedad de Medicina Crítica.
Coronavirus en el Reino Unido
La nación enfrenta una nueva ola de coronavirus, que se vio intensificada desde el descubrimiento de una variante que sería un 70% más contagiosa que las conocidas hasta ahora. El miércoles se registraron 62.322 positivos y 1041 muertes, igualando niveles del pico de abril.
Con un total de 77.346 fallecidos desde el comienzo de la pandemia, vuelve a ser la nación de Europa más castigada por el coronavirus, superando a Italia.
Para hacerle frente al recrudecimiento de la pandemia, el gobierno de Boris Johnson ha implementado un confinamiento estricto y una fuerte aceleración de la campaña de vacunación.
Desde el 8 de diciembre pasado, según las cifras oficiales, ya se ha inoculado a más de 1,3 millones de personas.
La campaña del gobierno contempla haber vacunado, a mediados de febrero, a casi 14 millones de personas, y completando la inmunización de los mayores de 70 años y los trabajadores de la salud.