Tras la primera jornada de paro en dos entidades financieras, convocado por la Asociación Bancaria ante la amenaza del cierre de más de 50 sucursales y la consecuente pérdida de empleos, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, por lo que este viernes no se repetirá la medida, tal como estaba previsto.
La protesta del sindicato liderado por Sergio Palazzo se realizó en las sucursales de todo el país de los bancos BBVA y Santander, de 13 a 15 en Capital Federal, y de 11 a 13 en el interior. Se iba a replicar este viernes, pero la intervención de la cartera que dirige Claudio Moroni la deja sin efecto.
El vocero de la Asociación Bancaria, Eduardo Berrozpe, había defendido la medida al sostener que las entidades están "ejecutando un ajuste sobre su estructura e impulsando el retiro de trabajadores, afectando a comunidades enteras".
"Estas entidades son las que generalmente se niegan a participar del sistema de pagos en nuestro país, que debe ser un servicio público. En el marco de la pandemia que atravesamos, es insólito que lleven adelante esta decisión", dijo Berrozpe.
El vocero sindical aclaró que no se trata solo de un problema de empleo, sino que el cierre de sucursales "afectará a comunidades enteras" que no cuentan en las cercanías con otros servicios financieros más que los prestados por estos bancos.
En declaraciones radiales, Berrozpe advirtió que podría haber otras entidades "programando ajustes similares en función de la incorporación tecnología, pero éstas lo están haciendo de manera abierta y no se puede admitir".
En tanto, desde el Santander aclararon que "no existe un plan de cierre de sucursales. Hay fusiones y/o relocalizaciones puntuales, que no implican despidos". "Esto es habitual en la industria, estamos adaptando el modelo a lo que los clientes nos piden, que los atendamos cómo y cuándo quieren. También estamos inaugurando nuevas sucursales, nuevos edificios y espacios físicos", indicaron.
Además, negaron que exista una política de despidos y dijeron que "las desvinculaciones que se han producido, común en las grandes empresas, fueron totalmente normales".