Las fiestas del Carnaval en el norte argentino constituyen una de las características propias de la región, y son un gran atractivo tanto para el resto del país como para sus propios habitantes. Sin embargo, ante el rebrote de la covid-19, las ilusiones de llevar adelante las actividades del desentierro o los corsos en distintas ciudades de Salta ya fueron descartadas.
En Rosario de Lerma, la localidad que realiza el Desentierro Provincial del Carnaval, anunció la suspensión de esta actividad a causa de la situación epidemiológica. El intendente Enrique Martínez ya notificó que tanto el Carnaval como los corsos en la ciudad no se realizarán este año.
El desentierro, que suele realizarse a mitad de enero, reúne habitualmente a más de 20 mil personas y es una de festividades de más concurrencia en la provincia dado que uno de sus mayores atractivos es congregar a artistas de renombre, como Bruno Arias el año pasado. El carnaval rosarino se suma a la lista de los eventos suspendidos, que incluye a la Serenata a Cafayate, tal como lo confirmó el intendente cafayateño Fernando Almeda.
En tanto, en Rosario de la Frontera, en el sur de la provincia, tampoco se realizará la conocida chaya rosarina. La fiesta, que se realiza como cierre del Carnaval, guarda la costumbre de la quema de la figura del muñeco del Pujllay, el diablo del Carnaval, que anda suelto mientras dura la fiesta. Además, es el acto de cierre de las actividades del verano.
La directora de Turismo de la localidad, Carolina Singh, comunicó a Salta/12, que la decisión se tomó con anterioridad a los anuncios nacionales que indican que no se permitirá circular desde las 23 hasta las 6. "En el marco de la pandemia consideramos que no es un evento propicio a realizar porque se va a tornar complicado aplicar los protocolos", explicó.
La razón se refuerza aún más cuando se tiene presente que el evento llega a reunir a más de 20 mil personas. A la cancelación de la chaya también se añadieron los corsos de la ciudad, que por el mismo motivo, tampoco se realizaran.
Por otro lado, de concretarse en Salta la restricción en el horario nocturno, Singh dijo que deberán replantear algunas actividades que ya habían anunciado. Es por eso que hoy el gobierno municipal de Gustavo Solís llevará a cabo una reunión para dejar asentadas las alternativas ante el cierre temprano de los eventos.
El norte suspende
En el caso de Orán, que realiza los conocidos Corsos Color, sus organizadores mantenían la leve esperanza de hacerlos. Sin embargo, "hoy se nos complicó", sostuvo Elizabeth Meri, integrante de la comisión organizadora. Si bien reconoció que todavía no hay un anuncio oficial sobre las nuevas restricciones nocturnas, entendió que todo esto los "complica porque un corso de día no tendría el mismo éxito que de noche".
Los corsos en la segunda ciudad de Salta mantienen una concurrencia de 10 mil personas por noche durante los cinco fines de semana que se realizan. Antes de la pandemia, desde las 22 y hasta las 4 de la mañana, se presentaban más de 33 conjuntos. "Es el evento más grande y que genera más trabajo y movimiento turístico en la ciudad", indicó Meri.
Contó que antes de las nuevas restricciones la idea era realizar los corsos con venta de entradas, que consistirían en el cobro del uso de las sillas para "evitar la circulación de la gente" y así no vender más de 2 mil butacas. Además, instaron a que los conjuntos artísticos tengan entre 30 y 40 integrantes, dado que algunas formaciones reunían a más de 150 personas.
"No queremos que nos critiquen tampoco", en caso de insistir en la realización de los corsos, "porque más triste fue perder a los seres queridos, pero las medidas que íbamos a tener eran buenas", señaló la organizadora. Agregó que de confirmarse los anuncios de nuevas restricciones y las posibles sanciones penales a quien las incumplan, les resta ser respetuosos y cuidadosos, sabiendo que no podrán hacer los corsos en esas condiciones.
Otra de las localidades del norte salteño que comunicó la cancelación de los corsos fue Tartagal, en el departamento de San Martín. La secretaria de Cultura de la ciudad, Karina Zuleta, dijo que como las celebraciones aún dependen del municipio, decidió armar hace poco más de un mes, un grupo de whatsapp con las 34 comparsas que se reunieron en la edición 2020.
"Les pregunté cuál era su inclinación en el caso de que se pudieran hacer los corsos y solamente 4 (agrupaciones) se manifestaron a favor", contó ante Salta/12. El resto decidió no hacerlo, "por una cuestión de responsabilidad civil" y como cuidado antes sus propios bailarines.
Los corsos de Tartagal congregan entre 5 y 10 mil personas por noche, y en algunas comparsas hay participación de menores de edad. Zuleta informó que en breve emitirán un comunicado departamental sobre la cancelación, por lo que actualmente está en diálogo con las autoridades de las distintas localidades que lo conforman.
La Capital, a la espera
En la ciudad de Salta, la posibilidad de realizar los corsos aún se mantiene expectante en el municipio y las comparsas. El presidente del Ente de Turismo de la Capital, Fernando García Soria, consideró que si los corsos fueran con el formato 2020, "no sería prudente hacerlos", por el público y por los bailarines.
En ese sentido afirmó que están evaluando alternativas, protocolos mediante, con consideraciones sobre el ingreso, egreso y desplazamiento de las personas que concurren. "Consideramos que se tienen que evaluar propuestas en donde se pueda plantear algún tipo de formato para desarrollar una de las manifestaciones culturales más importantes de la ciudad", sostuvo García Soria.
Contó que en los próximos días se reunirán con los distintos representantes de las agrupaciones para analizar la situación. El evento conocido como Corso de la Patria Grande suele reunir por noche a cerca de 7 mil personas.
En tanto, el presidente de la Asociación de Agrupaciones Carnestolendas, Luis Vaca, afirmó que sin conocer noticias oficiales, ven que "está complicado" y por ello esperarán la resolución del Comité Operativo de Emergencia de la provincia (COE) para saber qué postura tomar.
Vaca sostuvo que el trabajo preparativo de las 40 agrupaciones, que reúnen a más de 3 mil integrantes, fue avanzando en este último tiempo porque "siempre está el entusiasmo". "Algunos siguen ensayando, se van turnando por los protocolos, pero sabemos que estamos al límite para que se pueda armar". "Hace un mes venían bien las probabilidades, y ahora hay que esperar y ver que dice el COE", reiteró.
García Soria destacó que sí se suspendieron las carpas tropicales. "Hoy no están dadas las condiciones para fomentar esos eventos en donde no se respeta el distanciamiento social, a lo cual consideramos oportuno, que como no están autorizados los bailes, las carpas tampoco", afirmó.
Pequeña, pero cerca
Coronel Moldes, que es una localidad chica cercana a la Capital de Salta, también debió suspender sus corsos. El secretario de Turismo de la localidad, Eduardo Muratore, indicó que la cancelación se debe a la aglomeración de gente que se genera con las fiestas y porque no están los protocolos habilitantes. "Decidimos suspender como en casi toda la provincia", expresó.
La cercanía que guarda con la Capital, llevó a que en las últimas semanas sea uno de los destinos más elegidos por los capitalinos. Eso se evidenció en el último fin de semana largo de diciembre, cuando lograron una ocupación hotelera del 96%. La llegada en pocos minutos a esa localidad supone también presencia en eventos de mayor envergadura, como los corsos, que anualmente no reúnen a más de 2.500 personas.
Muratore afirmó que no fueron anoticiados por el COE de posibles medidas, por lo que esperan que "siga igual, porque la parte hotelera está completamente vendida para todo enero y (la suspensión) sería un pena para la gastronomía también".