La empresa Boeing aceptó pagar una multa por 2.500 millones de dólares por haber recurrido a “engaños” en el proceso de aprobación de su 737 MAX, el modelo de nave que sufrió los accidentes de Lion Air, en 2018, y Ethiopian Airlines, en 2019, y dejaron 346 muertos. La compañía "prefería las ganancias a la honestidad", resaltó la Justicia de Estados Unidos.

Los destinatarios de las exorbitantes multas penales serán: Estados Unidos, con 234 millones de dólares; los clientes de la compañía, con 1.800 millones de dólares, y 500 millones de dólares serán incluidos en un fondo destinado a indemnizar a los familiares de las víctimas de los accidentes ocurridos en menos de un año.

La sanción fue aplicada luego de que la empresa reconociera su responsabilidad en las fallas por las que había sido demandada, y aceptara pagar esos montos multimillonarios. Pero lo hizo porque esa admisión de culpas le permite frenar la investigación de esos hechos y, a la vez, despejar las dudas sobre su aparato estrella, que luego de las tragedias estuvo confinado durante 20 meses hasta que el año pasado volvió a ser autorizado en algunos países.

El titular del Departamento de Justicia estadounidense, David Burns, indicó que el acuerdo firmado entre las autoridades de ese país y la compañía deja claro la responsabilidad de Boeing “por la mala conducta criminal de sus empleados”.

También “aborda el problema del impacto financiero de las aerolíneas clientes de Boeing y se espera que proporcione alguna forma de indemnización a los familiares y seres queridos de las víctimas de los accidentes".

Los empleados de Boeing preferían las ganancias a la honestidad al ocultar información importante sobre el uso de su avión 737 MAX a la FAA (autoridad de aviación de Estados Unidos) y al tratar de encubrir su engaño", denunció el funcionario

En su admisión de culpas, el presidente de la empresa, David Calhoun, aceptó que “esta resolución es un serio recordatorio para todos nosotros sobre cuán crítica es nuestra obligación de transparencia hacia las autoridades y las consecuencias que nuestra compañía puede enfrentar si alguno de nosotros no cumple esas expectativas".

Lo que Boeing admitió

Luego de las tragedias aéreas y durante la investigación judicial que se perfilaba en su contra, la compañía confesó que dos de sus empleados habían inducido al error al grupo de la FAA, encargado de evaluar la seguridad del aparato sujeta al programa de vuelo MCAS.

El MCAS es un sistema que evita la pérdida de sustentación de la aeronave y las autoridades se enteraron de su existencia luego de la caída del avión de Lion Air. La FAA "conoció entonces por primera vez" detalles clave del MCAS que habían sido "ocultados por Boeing".

Los empleados emplearon "verdades a medias y omisiones" que ocultaron el sistema MCAS a las autoridades, dijo la fiscal Erin Nealy Cox. Los documentos emitidos posteriormente por la agencia de aviación no contenían información esencial sobre este software, porque no fue incluida en los manuales para pilotos y entrenadores.

El modelo 737 MAX permaneció en tierra durante veinte meses tras el segundo accidente en marzo de 2019. Fue autorizado a volar en noviembre de 2020 en Estados Unidos y poco después en otros países, uno de ellos Brasil.