El presidente de Brasil Jair Bolsonaro lamentó este jueves que el país llegó a la marca de 200.000 muertos por la covid-19, pero afirmó que "la vida sigue" y volvió a criticar las medidas de aislamiento social adoptadas por estados y ciudades para contener el avance del coronavirus. "Nosotros lamentamos, hoy estamos batiendo las 200.000 muertes. Muchas de esas muertes con covid, otras de covid", pero "la vida sigue, nosotros lamentamos profundamente", dijo el mandatario durante una transmisión en directo en sus redes sociales, que contó además con la participación del ministro de Salud, Eduardo Pazuello.
Brasil, uno de los epicentros mundiales de la pandemia de coronavirus, rebasó este jueves los 200.000 fallecidos y confirmó su puesto como el segundo país con más muertes por covid en el mundo, después de Estados Unidos, en momentos en que atraviesa una segunda ola de la emergencia sanitaria sin haber superado la primera.La amenaza sanitaia es tal que este viernes representantes de dos vacunas pidieron autorización al gobierno brasileño para empezar una vacunación de emergencia.
Al lamentar la cifra de muertos alcanzada, Bolsonaro, uno de los líderes mundiales más negacionistas frente a la gravedad de la enfermedad, manifestó también preocupación por su madre, de 93 años, aunque señaló que "hay que enfrentar eso" (el virus).
"No sirve tan solo continuar aquella vieja historia de "quédate en casa que la economía lo vemos después". Eso no va a funcionar, va a ser un caos en Brasil", dijo el mandatario, en un tono crítico a las nuevas medidas restrictivas y de distanciamiento adoptadas por diversos estados y municipios ante la creciente escalada de decesos y contagios, que rozan ya los ocho millones en el país. Agregó que un nuevo confinamiento podría "llevar a condiciones aún más dramáticas que las consecuencias del virus". Pero a continuación matizó: "No podemos convertirnos en un país de pobres, un país de desempleados, sin PIB, endeudado. Un país tan rico como el nuestro con la población siendo empobrecida por las decisiones de algunos".
De acuerdo con los datos más recientes del Ministerio de Salud, Brasil contabilizó este jueves un récord de 87.843 nuevos casos, el mayor para un día desde el primer contagio el 26 de febrero del año pasado, mientras que registró 1.524 nuevas muertes, la segunda mayor cifra diaria desde el comienzo de la pandemia. Los récords de muertes e infecciones se producen en momentos en que el gigante sudamericano sigue sin definir la fecha para el inicio de la campaña de vacunación contra la covid, aunque Bolsonaro y su titular de Salud reforzaron este jueves que podría comenzar el próximo 20 de enero.
Asimismo, el presidente recalcó que su Gobierno ofrecerá a los ciudadanos, de forma gratuita y voluntaria, cualquier vacuna que sea aprobada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador), independiente de su procedencia.
No obstante, el líder ultraderechista volvió a rechazar la obligatoriedad de la inmunización y a poner en duda la eficacia y comprobación científica de los antídotos.
"No estoy haciendo campaña contra la vacuna, ni a favor. Eso es una cuestión de concienciación. Algunos creen que hay que hacer una campaña masiva de vacunación. La campaña (será) de esclarecimiento, y tú en la punta decide si va a tomar la vacuna o no", apuntó Bolsonaro.
Mientras tanto la vacuna china Coronavac y la de Oxford/Astrazeneca realizaron este viernes los primeros pedidos de autorización para su uso de emergencia en Brasil, donde la pandemia de coronavirus ya dejó más de 200.000 muertos.
Las solicitudes fueron presentadas ante la agencia reguladora sanitaria (Anvisa), que debe dar una respuesta en un plazo de diez días, "sin contar el tiempo eventual del cual el proceso pueda quedar pendiente de informaciones [suplementarias]", precisó la entidad en un comunicado.
Ambas fueron sometidas a ensayos clínicos en Brasil, con asociados locales, que tramitaron los pedidos de autorización: el Instituto Butantan en el caso de CoronaVac y la Fundación Fiocruz en el de la vacuna desarrollada por el laboratorio británico AstraZeneca con la Universidad de Oxford.
El Instituto Butantan, del estado de Sao Paulo, principal productor de vacunas de América Latina, informó el jueves que la efectividad de la Coronavac en el ensayo de Brasil fue de 78 por ciento en casos leves y de 100 por ciento en los moderados y graves. El gobernador de Sao Paulo había anunciado este jueves su pedido de autorización para uso de emergencia de la vacuna china CoronaVac en Brasil, con la finalidad de iniciar la inmunización el 25 de enero. "Es un momento histórico", dijo el gobernador, Joao Doria, al referirse a lo que sería la primera solicitud de vacuna contra la pandemia en Brasil.
Dimas Covas, director del paulista Instituto Butantan, indicó que hasta la fecha 12.476 médicos y enfermeros participaron como voluntarios en las pruebas que se iniciaron en junio. "Ningún voluntario que recibió la vacuna fue internado", aseveró Covas que calificó de "excelente" el inmunizante. "Necesitamos que llegue al brazo de las personas", agregó, alzando la voz.
El acuerdo entre el Instituto Butantan y Sinovac prevé el envío de dosis a Brasil y la transferencia de tecnología para la producción local de la vacuna. Pekín ya envió a Sao Paulo 10,7 millones de dosis e insumos para fabricar otras 40 millones de dosis. El mayor estado de Brasil, con 44 millones de habitantes, lidera en números absolutos el ránking nacional con 1,5 millón de contagios y 47.511 fallecidos por la pandemia.
Bolsonaro llegó a cuestionar a la vacuna de Butantan, promocionada por Doria, uno de sus posibles adversarios en las elecciones de 2022.