Desde Córdoba.
“Creo que Schiaretti ha gestionado mal la pandemia en Córdoba desde el principio y lo ha profundizado”, dice el médico emergentólogo y magister en Bioética Carlos “Pecas” Soriano, uno de los profesionales que junto al epidemiólogo Oscar Atienza fue de las voces disidentes en esta materia. “Puede poner que estoy enojado, porque es así como me siento. Fíjese que de entrada y cuando ya se sabía que esto era una pandemia a escala mundial, acá en Córdoba la cuarentena real, la restrictiva sólo duró un mes. Después todo se fue relajando porque según el gobernador a Córdoba no la detiene ningún Covid. Con ese eslogan llegamos a este verano que no se puede creer, ese que vemos en la foto de Calamuchita: con las sierras llenas de gente apiñada que no guardan distanciamiento y casi no usan barbijo”.
Para Soriano que la provincia “le abra las puertas a todos sin preguntar ni revisar a nadie” sin chequeos previos o posteriores; es “la crónica de un desastre (sanitario) anunciado. Es una burrada que los tres lugares con más contagios como CABA, Mendoza y Córdoba, no adhieran a lo que sugirió la Nación. Que encima es una sugerencia tibia. Creo que el gobierno nacional se equivoca al no dar pautas claras y dejar que haya provincias que hagan lo que quieran y se den situaciones como las que estamos viendo en los balnearios y las sierras cordobesas.
--¿Cuál es hoy la situación en Córdoba en cuanto a cifras de contagios?
--Por lo que tenemos registrado, ayer (por el viernes) hubo 950 contagios declarados, por lo que se debe multiplicar por tres. Y 5 personas muertas. Y por lo menos nosotros (habla por él y por Atienza) esta no es todavía la llamada segunda ola. Es todavía la primera. Acá miles se fueron de vacaciones, pero el virus no se toma vacaciones, sigue infectando. El gobernador Schiaretti está de vacaciones, invita a gente de Buenos Aires que se juntó en las Fiestas sin cuidarse; acá (en la provincia) está plagado de fiestas clandestinas, anoche a metros de donde vivo en una casa de 100 metros cuadrados hubo un festejo con más de un centenar de personas… Todos lo estamos viendo, estamos caminando al abismo y nadie dice que paremos.
--¿Piensa que la llegada de la vacuna influyó en esta profundización del relajamiento?
--Sí, claro. Quiera o no la gente piensa bueno, ya está, si me pasa está la vacuna y listo… pero no es así. El Estado provincial sabe que para que se produzca la mentada inmunidad de rebaño debe estar vacunado el 70 por ciento de la población. Y nosotros estamos muy lejos de eso. Piense en esa foto del Valle de Calamuchita que circuló: si en esa multitud sólo 100 estaban infectados con Covid 19, habrán contagiado a 400 de ésa cifra se pasa en los siguientes días a 1.200 contagios más de un solo lugar. Me pregunto qué es lo que piensan cuando abren todo de esta manera. Si es en la economía, cuando la gente se enferme, se va a desbarrancar aún más, y corremos riesgo del colapso hospitalario.
--¿Cree que la política aperturista es por demagogia?
--No. Creo que es rendirse ante el poder económico. Y en esto no libero de responsabilidad al poder Nacional, porque si se libera, se delega esta cuestión que es de salud pública a un gobernador (Schiaretti) que no es responsable en el tema. Que le dice a la gente que se cuide, pero no controla y se producen este tipo de multitudes; vos también estás siendo irresponsable. Es claro que si le pongo a un mono una navaja en la mano, yo soy más responsable que el mono. Con todo el respeto que me merece el gobernador cordobés, ha sido un irresponsable, así que el presidente, el Estado Nacional es responsable también por lo que pase aquí por delegar en quien no ha cuidado a sus ciudadanos. Si el presidente (Alberto Fernández) delega en un gobernador que ha sido claramente irresponsable, también tiene parte en lo que suceda. No se puede ser tibio en políticas de salud pública en pandemia mundial porque los que pagan son los ciudadanos.
--¿Y el federalismo?
--En cuestión de políticas sanitarias en una emergencia mundial, se deja de lado. Fernando Savater (el filósofo español) dice “deberemos abandonar las coartadas que nos indican que no somos suficientemente libres para hacernos responsables de las consecuencias de nuestros actos”. Decir que este es un país federal es una coartada en este caso. Esto es una pandemia –remarca y mastica el término-. Es una desgracia a nivel mundial. En Europa no le preguntaron a una provincia o a un pueblo para imponer un toque de queda. Alemania cerró y cerró en plenas Fiestas (de Fin de Año). Acá en Córdoba, si se hubiese apretado el botón rojo cuando (Oscar) Atienza le escribió al presidente en octubre, no hubiésemos llegado a esta situación.
--¿Cree realmente que se podía parar? ¿De qué manera?
--Haciendo una cuarentena dura. A la manera de Nueva Zelanda. Ellos hicieron una de 101 días y eliminaron el virus. Acá nosotros proponemos cuarentenas cortas de 2 o 3 meses, estrictas, cuarentenas en serio y con eso también se salvaría la economía. Ahora ¿cómo se hará con este todo vale que estamos presenciando? Las vacunas aparte de que tienen que llegar y aplicarse, son dos dosis separadas por 21, 28 días, y luego 10 días más después de la segunda dosis. Y tienen que vacunar al 70 por ciento de la población antes de la segunda ola… Personalmente lo veo muy difícil. Es una cuestión de salud, una cuestión de Estado. Tanto del provincial como del nacional. No es cierto que cada uno, individualmente “se cuida”. Habrá quienes lo hacen claro, pero estamos librados a una escalada temible.