Es la primera actividad pública de Alberto Fernández para este lunes. El Presidente va a recorrer, según se informó oficialmente, los laboratorios de la Universidad Nacional de San Martín donde se desarrolló el suero hiperinmune para combatir el coronavirus. Tal como publicó PáginaI12 en su edición de este domingo, el suero equino es el primer medicamento fabricado en la Argentina para combatir la pandemia. Tras ser aprobado por Anmat a fines de diciembre, comenzará su distribución en hospitales y otras instituciones. En ensayos clínicos había demostrado reducir la mortalidad en un 45 por ciento para los casos severos de coronavirus. El hallazgo es tan importante que el primer mandatario, que desde la campaña sostiene que quiere un gobierno con fuerte presencia de científicos, quiere verlo con sus propios ojos.
El suero equino hiperinmune anti Sars CoV-2 comenzará a ser empleado en pacientes adultos con covid. Como es un medicamento de uso hospitalario, su distribución y acceso a través del laboratorio Elea está pactado mediante el canal de las obras sociales y las vías dispuestas que dispondrá y comunicará el Ministerio de Salud. Se prevé un tratamiento con esquema de dos dosis: las personas las reciben por vía intravenosa separadas entre sí por 48 horas. Si bien aún no se conoce el precio, desde Inmunova, la empresa de base biotecnológica a cargo del desarrollo, estimaron que sería mucho más económico que los anticuerpos monoclonales y otros tratamientos equivalentes que se realizan en diferentes partes del mundo. En el presente, está culminando su fase de etiquetado y embalaje
El 22 de diciembre, la Anmat había aprobado su uso para personas que estuvieran cursando la enfermedad de una manera moderada a severa. El procedimiento fue realizado mediante un “Registro Bajo Condiciones Especiales”, que lo autorizó en el contexto de pandemia, con consentimiento informado, ampliando el estudio de su efecto clínico mediante un Plan de Monitoreo de Eficacia y Seguridad consensuado con el ente regulador de Alimentos, Medicamentos y Tecnología. De esta forma, se transformó en el primer medicamento innovador para tratar la enfermedad realizado por completo en Argentina. El equipo científico de la empresa logró demostrar que la droga, basada en anticuerpos policlonales de caballo, lograba disminuir la progresión y el impacto de la enfermedad en un 45 por ciento para los casos severos. Tras comprobar su seguridad y eficacia, advirtieron entonces que podría convertirse en una herramienta terapéutica clave para mitigar los efectos del coronavirus y combatir la pandemia a nivel doméstico, sobre todo, en un escenario marcado por un preocupante incremento de casos. Otra de las principales ventajas es que el producto puede fabricarse a gran escala.
El suero hiperinmune es una herramienta que complementará a las vacunas, aunque a diferencia de éstas, que sirven para prevenir la infección, los anticuerpos equinos son empleados con pacientes que ya se encuentran cursando la enfermedad. El producto es el fruto de los esfuerzos compartidos y de la articulación de diversas entidades públicas y privadas, entre las que se destacan el laboratorio Inmunova, la Universidad Nacional de San Martín, el Instituto Biológico Argentino, el Instituto Leloir, la compañía biotecnológica mAbxience (que también se encarga de la producción regional de la vacuna de AstraZeneca/Oxford), el Conicet y el Instituto Malbrán. Fue apoyado, además, por los ministerios de Desarrollo Productivo y el de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Como suele suceder en este tipo de actos, el presidente llega y escucha a los actores centrales que trabajaron en el logro, en este caso científicos de la Universidad de San Martín, y al final del acto toma la palabra para referirse al hecho que lo convocó y muchas veces a temas de coyuntura del día sobre los que quiere dar una respuesta.
En este caso, seguramente pondrá en valor dos cosas denostadas por el macrismo: la tarea científica y la importancia de las universidades del conurbano. A la luz del más reciente logro de ésta en particular, queda claro que sirven y mucho. La inmunoterapia basada en anticuerpos equinos tiene un amplio recorrido en la biotecnología y la ingeniería genética asociadas al campo de la salud. De hecho, en el presente, son empleados para atender emergencias médicas relacionadas al envenenamiento por mordedura de serpientes y alacranes, botulismo, así también como contra la rabia y la gripe aviar. En el actual contexto de pandemia, el grupo liderado por el Dr. Fernando Goldbaum decidió comprobar la eficacia para coronavirus. En este sentido, se advirtió que, entre otras cosas, el suero equino poseía una capacidad muy destacable para neutralizar al Sars CoV-2. Las defensas de los caballos se obtienen luego de inmunizarlos con una proteína del virus, se purifican los anticuerpos y se suministran a los humanos (inmunización pasiva). Una vez en el organismo, como tienen la capacidad de reconocer regiones virales específicas, bloquea su acción con el propósito de evitar que colonice a las células humanas y que utilice la maquinaria celular en su favor, es decir para replicarse.