La Revista Vogue despertó un nuevo escándalo por distorsionar, para ajustar a su canon de belleza, la imagen de una mujer reconocida en su portada. Esta vez, el blanco del retoque fotográfico fue la vicepresidenta estadounidense electa Kamala Harris: de forma similar a lo ocurrido con la actriz mexicana Yalitza Aparicio en la revista Hola, en la tapa de Vogue la funcionaria aparece con un tono de piel más claro. Los asesores de la mandataria también se vieron sorprendidos por la elección de la fotografía de portada, con un look más casual que el que habían acordado con la editorial.
La tapa de la próxima edición de Vogue Estados Unidos se filtró este domingo y a las pocas horas ya era tendencia en las redes sociales. En ella, Kamala Harris posa frente a un fondo rosa y verde con una chaqueta negra y zapatillas. Sin embargo, una fuente cercana al entorno de la funcionaria reveló que esa fotografía más informal debía aparecer en el interior de la revista, mientras que en la portada Harris sería mostrada posando con un traje azul claro sobre un fondo dorado.
La foto provocó instantáneamente la ira en las redes sociales, por representar a una Kamala Harris de piel más clara y con una figura más estilizada. El dramaturgo y abogado Wajahat Ali describió el hecho como un "desastre" y agregó que la editora en jefe de Vogue, Anna Wintour, "realmente no debe tener amigos y colegas negros". Otros usuarios llegaron a acusar a la revista de falsificar la imagen, algo que luego fue desmentido por la editorial.
Según informó una fuente de CNN, los asesores de Harris le solicitaron a la revista que modificara la tapa--aunque la versión impresa salió a la imprenta a mediados de diciembre--, y Vogue respondió publicando una segunda portada digital que mostraba a Harris con un traje azul claro de Michael Kors sobre un fondo dorado.
En un comunicado que hizo circular por mail, un portavoz de Vogue dijo que la revista "amaba las imágenes que Tyler Mitchell (primer fotógrafo negro que apareció en la portada de Vogue Estados Unidos) tomó y sintió que la imagen más informal capturaba naturaleza auténtica y accesible de la vicepresidenta electa Harris, que sentimos es uno de los sellos distintivos de la administración de Biden y Harris".
"Para responder a la seriedad de este momento en la historia, y el papel que ella tiene que desempeñar para liderar nuestro país, estamos celebrando ambas imágenes como portadas digitales", explicó. También se refirió al fondo verde manzana y rosa salmón que aparecen en la fotografía informal y señaló que se había inspirado en los colores de Alpha Kappa Alpha de la Universidad de Howard, la "primera hermandad históricamente afroamericana". De esta forma, habría querido "honrar los días universitarios de Harris y la mujeres poderosas que forman parte de las filas de las hermandades de mujeres como Alpha Kappa Alpha".
Aunque tras la portada de Vogue lo que predominaron fueron las críticas por el "estilo informal" de la vestimenta, las opiniones fueron variadas. "La gente está discutiendo sobre la foto elegida para la portada de Vogue de la vicepresidenta Harris, pero esto es lo importante: se ve muy bien, está siendo honrada y la portada está volviendo locos a Trump y Melania", tuiteó el novelista Paul Rudnick, en referencia a la queja del presidente de que su esposa aún no ha aparecido en la portada de una importante revista de moda como primera dama.
Mientras tanto, el crítico principal de The Washington Post, Robin Givhan, escribió que si bien "no hay nada intrínsecamente malo en esta imagen", al seleccionar la más informal como portada "Vogue le robó las rosas a Harris".
La entrevista
La polémica ocurre a 10 días de la asunción de Kamala Harris como vicepresidenta de los Estados Unidos. En un perfil detallado adjunto, publicado en línea por Vogue el domingo, Harris habla sobre el cambio climático, las protestas por la justicia racial y recuerda el momento en que se convocó a las elecciones y su posterior discurso de victoria.
"Siempre digo esto: puedo ser la primera en hacer muchas cosas… asegurémonos de que no sea la última", expresó Harris al periodista Alexis Okeowo. "Estaba pensando en mis sobrinas bebés, que conocerán un mundo donde una mujer es vicepresidenta de Estados Unidos, una mujer de color, una mujer negra, una mujer con padres que nacieron fuera de Estados Unidos", agregó.
Según aseguró en otra parte de la nota, la principal prioridad de la administración Biden-Harris durante sus primeros 100 días será el control de la pandemia.
Ideal de belleza en las revistas
La edición es, por excelencia, el momento donde los medios construyen el ideal de belleza que desde sus páginas quieren instalar. En este sentido, la manipulación en la imagen de Kamala Harris suma un nuevo nombre a la larga lista de famosas que han sido víctimas de este proceso de retoque digital.
Entre ellas Yalitza Aparicio, la actriz protagonista de Roma, la multipremiada película de Alfonso Cuarón producida por Netflix. En febrero del 2019, la revista ¡Hola! llegó al extremo de aclararle el color de piel a la actriz para que encajara en ese ideal de belleza que intenta mantener en sus publicaciones.
En Argentina, el caso más reciente fue el de Cecilia Roth, que en agosto de 2020 apareció en la tapa de la Revista Gente con rasgos juveniles. El abuso de Photoshop, que fue criticado en las distintas redes sociales, indignó a la actriz de 64 años, que contestó con una imagen desde su casa, frente al espejo, mostrándose tal cual es. "Yo quiero ser como soy a la edad que tengo y con el tiempo que he vivido. Lamentablemente las retocaron mucho”, se quejó entonces la artista.