El equipo económico avanza con su programa de administración comercial y de divisas para garantizar la estabilidad productiva y financiera en el mercado interno. Las empresas automotrices fueron notificadas que recibirán un cupo de dólares para impotar en los próximos 12 meses. El monto será similar al utilizado en 2020 por cada empresa y podrá usarse para comprar autos finales y autopartes.

El objetivo el Ministerio de Desarrollo Productivo es conseguir que las automotrices que tienen un bajo grado de integración productiva con partes y piezas locales aumenten estas proporciones motorizando la oferta de pymes locales.

Algunas firmas, como Toyota, se manejan con un 40 por ciento de integración local, mientras que otras, como General Motors y Renault, sólo alcanzan el 20 por ciento. El criterio no es que las empresas no dispongan de dólares para importar sino que compren a nivel local todo lo posible para reasignar de la mejor manera las divisas.

En esta línea, estadounidense Ford anunció este lunes que cerrará sus tres fábricas de automóviles en Brasil, y que abastecerá ese mercado con vehículos fabricados en Argentina, Uruguay y terceros mercados, como parte de un proceso de reestructuración global, informó la compañía.

Fuentes de la marca aseguraron que "los planes en Argentina se mantienen y está ratificada la inversión por 580 millones de dólares anunciada en diciembre para fabricar la nueva Ranger en la planta bonaerense de General Pacheco".

Uno de los objetivos centrales del equipo económico es cuidar las reservas en el Banco Central para prevenir maniobras especulativas con el tipo de cambio. Por ello, en las últimas semanas se reforzaron las medidas de protección quirúrgica de los dólares en la autoridad monetaria.

La semana pasada se aprobó una nueva regulación que limita la compra de bienes suntuarios con dólares comerciales. También se impuso que los importadores de bienes finales de una amplia gama de productos, como lavarropas, lavavajillas, heladeras, hornos eléctricos, microondas, motos total o parcialmente armadas, sembradoras, cosechadoras, entre otros, deban esperar 90 días para comprar los dólares en el mercado oficial, con lo cual, también deberán procurarse su propio financiamiento de esas importaciones.

La estimación oficial es que el Banco Central se ahorrará unos 300 millones de dólares este año por la disminución de compras de bienes suntuarios, con autos y motos de alta gama en primer lugar. El desaliento a las importaciones de productos finales generará un alivio muy superior: entre 3000 y 3500 millones de dólares en el año. Para evitar que los importadores vayan a buscar los dólares para esas compras a mercados alternativos, se les impide operar en el contado con liquidación o el dólar MEP.

El desafío de impulsar la sustitución de importaciones genera malestar en algunos sectores que plantean que estas medidas provocarán problemas para el mercado interno, como el aumento de precios o el abastecimiento con productos de menor calidad respecto de los comprados en el exterior.

En algunas terminales automotrices también aseguran que muchas veces el reemplazo de productos por partes locales no resulta sencillo ni se adapta a las características y prestaciones que pide la demanda.

Pero en definitiva, al margen de estos argumentos, la principal discusión es sobre cómo llevar adelante la estrategia productiva. La idea del Gobierno es que la expansión del mercado interno en 2021 –podrían patentarse más de 400 mil nuevos vehículos a lo largo del año superando los 342 mil del 2020- se base en vehículos nacionales o con una elevada integración de partes y piezas fabricadas en el país.

Se trata de una política que se concentra en proteger el empleo local, dinamizar sectores y cadenas productivas y, al mismo tiempo, cuidar en forma estratégica uno de los principales recursos escasos de la economía argentina: las divisas.