Los peritos que participaron de la investigación del femicidio de Micaela García, la joven de 21 años atacada sexualmente y estrangulada en la ciudad entrerriana de Gualeguay, no consiguieron extraer material genético de terceros en el cuerpo de la víctima. Así lo confirmó Ángel Iturria, director de Criminalística de la Policía de Entre Ríos, quien agregó que debido al estado de descomposición en el que fue hallado el cuerpo de Micaela “aún no se puede determinar cuántas personas la atacaron”. Por otro lado, Sebastián Elal, juez de Garantías de Gualeguay, dictó la prisión preventiva sin un plazo determinado a Sebastián Wagner.
Ayer era el día esperado por los investigadores para aclarar el crimen de Micaela. Es que no sólo se esperaba comprobar si había rastros del ADN de Wagner –coautor del femicidio, según su propio testimonio– en el cuerpo de la víctima sino también conocer cuántas personas habían participado del ataque sexual a la joven militante del Movimiento Evita el pasado sábado 1° de abril. Sin embargo, los resultados de los peritajes fueron diferentes a los deseados. “Cuando un cuerpo entra en estado de descomposición, como en este caso, también se descompone cualquier otro tejido que pueda ser útil para extraer material genético. Por eso no se pudo tomar muestras de fluidos corporales, como semen, porque dado el tiempo transcurrido desde producida la agresión hasta que se encontró el cuerpo, las células del agresor y de su víctima se amalgaman y no sirven para la determinación de ADN”, indicó Iturria.
Además de los registros de las cámaras que lo muestran siguiendo a Micaela a la salida del boliche King de Gualeguay la madrugada en que desapareció, la única prueba física que vincula al hombre condenado por dos violaciones en 2010 con el femicidio de la joven militante son los cabellos de la muchacha que fueron encontrados en la bolsa de una aspiradora que se usó para limpiar el auto. Los investigadores aseguraron que las pruebas de ADN hubieran permitido vincular a Wagner “de un modo aún más contundente” y además determinar si alguien más intervino en el crimen.
Precisamente, el director de Criminalística de la Policía de Entre Ríos también se refirió a la posibilidad de que otra persona haya participado tanto del secuestro como del ataque sexual y posterior asesinato de Micaela. Tras la declaración de Wagner –el miércoles pasado ante el fiscal Ignacio Talente– donde incriminó como coautor del femicidio a Néstor Pavón, su patrón en el lavadero de autos donde trabajaba, Iturria expresó que “científicamente no se pudo probar que hubo otra persona” y agregó que el auto de Wagner “fue prolijamente lavado en su interior”.
Lo que si se halló, según el criminalista, fue “una huella palmar en un aerosol que estaba en el interior del vehículo y se está analizando, pero aún no están los resultados”. Una fuente de la investigación informó a este diario que la marca dactilar puede pertenecer al hijastro de Wagner, quien lavó y pasó una aspiradora al Renault 18, o a Pavón, detenido bajo el delito de “encubrimiento” luego de facilitarle 5.000 pesos a su empleado para que huyera de Gualeguay tres días después del asesinato de Micaela, aunque también con la imputación alternativa de “partícipe del hecho”, dispuesta por el fiscal de la causa. El dueño del lavadero, por su parte, también confesó que horas antes del secuestro de la joven, cenó con su hijo de trece años y con Wagner, pero indicó que volvió a su casa “alrededor de las tres de la mañana” del sábado.
A su vez, Iturria comentó que el cuerpo de Micaela tenía restos de vegetación que están siendo analizados por especialista “para ver si coinciden con la vegetación del lugar donde apareció el cadáver”. El 8 de abril, la joven fue hallada muerta en una zona de malezas a la vera de un camino rural de la estancia Seis Robles, en las afueras de Gualeguay. Horas atrás, la policía de Entre Ríos había encontrado algunas pertenencias de la mujer, entre ellas su pantalón, llaves y una sandalia, en el sector rural conocido como Sección Chacras, ubicado a un par de kilómetros de aquella estancia entrerriana.
El director de Criminalística indicó que “no encontramos ningún indicio que permita establecer que el cadáver de Micaela haya estado en el lugar donde fue encontrada su ropa”, y agregó que “Las mujeres atacadas suelen perder mucho cabello en este tipo de hechos y en este caso no los encontramos”. “Lo más probable es que se hayan producido la violación y el asesinato dentro del coche y después se haya buscado un lugar para deshacerse del cuerpo”, cerró Iturria.
El primer informe de la autopsia reveló que la joven murió estrangulada y que fue víctima de una agresión sexual, a raíz de hematomas que tenía en la cadera, la zona genital y la paragenital. Además, se constataron lesiones que revelan que Micaela se defendió del ataque. En la autopsia también se pudo determinar que fue asesinada el 1° de abril, es decir, el mismo día en que desapareció aunque hasta el momento no se pudo establecer el lugar concreto del crimen.
Por último, la otra novedad del caso correspondió a la situación procesal de Wagner. El juez Elal le dictó la prisión preventiva al principal acusado, quien permanece detenido, desde el ocho de abril, en una celda aislada de la Unidad Penal Federal de Entre Ríos. Este dictamen representa una medida extraordinaria ya que no se estableció ningún período determinado de tiempo para el fin de la preventiva y por ende, el imputado deberá permanecer tras las rejas hasta que se llegue a la sentencia en un juicio oral y público.