El intendente del partido bonaerense de Rivadavia, Javier Reynoso (Cambiemos), aseguró ayer que denunciará penalmente a todos los responsables de los cortes de rutas practicados en el partido de General Villegas para que drene el agua y alivie la situación en ese partido, ya que ahora “mandarán agua” a su distrito. Reynoso precisó que esas obras “son inconsultas” y aseguró que la rotura de las rutas 188, 226 y 33 “no fue controlada” y pidió el cierre inmediato de estos cortes.
“Habíamos convenido con funcionarios de Hidráulica que por el estado actual del agua no había que tocar nada porque se podrían causar consecuencias inesperadas”, dijo el intendente de Rivadavia. En este sentido sostuvo que “nos sorprende esta decisión y ya le he manifestado mi disconformidad a las autoridades de Hidráulica, a las que hago responsables por lo que pueda pasar”. Recordó que la semana pasada “se nos manifestó que la directiva era no tocar nada del sistema porque a falta de años de obras esa acción implicaría consecuencias”, pero destacó que “los cortes igual se hicieron por la presión que metieron los vecinos de General Villegas”, distrito también gobernado por Cambiemos.
Los inusuales registros de lluvias, los excesivos ingresos de agua desde provincias vecinas, la falta de previsión y la ausencia crónica de obras hidráulicas “transforman hoy en una gran laguna al partido de General Villegas” en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, graficó el ingeniero agrónomo Juan Balbín, también productor de la zona inundada.
“Hoy el 60 por ciento de las 700.000 hectáreas del distrito están bajo agua y el piso es un vidrio que no permite que la tierra absorba una pizca de agua”, dijo Balbín.
El productor añadió que “hay que sumarle la escasa pendiente de su superficie en algunos sitios o casi nula en otros y esto hace que el agua se vaya estancando e inunde por la baja posibilidad de escurrimiento”.
Según evaluaciones oficiales, por tres picos de inundaciones en el partido (en diciembre de 2015, de octubre a diciembre del año pasado y en los tres primeros meses de este año), los daños económicos sufridos por la producción agrícola ganadera superan los 6000 millones de pesos.
“El agua no nos deja cosechar ni volver a sembrar en muchos lotes y tampoco nos ha permitido, por caminos inundados, retirar, por ejemplo, trigo y maíz, de campañas anteriores”, insistió Balbín.
Además, destacó “la gran cantidad de tambos cerrados por imposibilidad de alimentar los animales y en otros casos por imposibilidad de sacar la leche de los campos” y citó el problema del ganado vacuno, que “perdió peso por falta de pasturas”.
Sobre las causas de la inundaciones, a las que calificó como “las más graves que castigaron a Villegas”, detalló “los casi 800 milímetros de lluvias caídos en tres meses de este año, un poco menos que el total anual y el ingreso de excedentes hídricos desde La Pampa y sobre todo desde Córdoba”. El productor mencionó que “actualmente esas entradas de agua las origina el Río Quinto y una es de menor volumen que desde La Pampa entra a nuestra provincia por la localidad de Banderaló y otras más preocupante por su caudal que viene desde el sur de Córdoba”. “Esta masa de agua descontrolada, por mayor pendiente de la superficie cordobesa que la bonaerense, llega desde Melo y Serrano y hace tiempo ha aislado a las nuestras de Santa Regina, Villa Saboya y Bunge”, precisó.
Recordó también que como las tres rutas nacionales que rodean la ciudad cabecera de General Villegas “la 118, 33 y 226 hacen de diques, se hicieron cortes en todas ellas para que el agua pase”.
Pero, consideró, que estas obras “no son suficientes para escurrir el agua y menos si llueve, aunque caigan unos pocos milímetros de lluvia, por lo que son por ahora un paliativo”.