Jake Angeli, el seguidor de Donald Trump que viste pieles y cuernos y que fue detenido por irrumpir en el Capitolio, no quiere comer. Según la madre de Angeli, su hijo no prueba bocado porque solo consume alimentos orgánicos que los guardias del centro de detención en el que se encuentra no proveen.
Jacob Anthony Chansley, conocido como Jake Angeli o Q-Shaman, se entregó a agentes del FBI después de integrar la turba trumpista que tomó el Capitolio el miércoles de la semana pasada para frenar la confirmación del resultado de las elecciones presidenciales. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Angeli es acusado de entrar a un edificio público sin autorización, así como de entrada violenta y conducta desordenada en los terrenos del Capitolio. Estos cargos son delitos federales.
En la audiencia virtual que se realizó este lunes, el abogado de Angeli sostuvo que su cliente no está comiendo porque “sigue una dieta extremadamente restrictiva, quizás por razones religiosas”.
Martha Chansley, madre de Angeli, explicó que su hijo “se enferma si no come alimentos orgánicos” y que “necesita comer”. En una entrevista con el medio ABC15, Chansley defendió las acciones de su hijo, a quien definió como “un patriota” y “la persona más gentil que conozco”.
Durante la audiencia, Angeli aseguró que no está preocupado “para nada”. “Honestamente...no rompí ninguna ley. Caminé a través de puertas que ya estaban abiertas”, dijo a ABC15.
Angeli, de 33 años y oriundo del estado de Arizona, es promotor de la teoría conspiratoria denominada QAnon: una secta virtual que afirma que existe un “Estado profundo” compuesto por una elite de “criminales pedófilos satanistas” al mando del clan Clinton-Obama cuya misión esencial es boicotear la presidencia de Donald Trump e impedirle salvar al país y al mundo.
La figura de Angeli fue cobrando relevancia durante la última campaña presidencial en Estados Unidos. Según el Arizona Republic, en 2019 Angeli se instalaba frente al Capitolio local vociferando teorías conspirativas. En febrero de 2020, el joven asistió al mitin de Trump en Phoenix con un cartel que decía “Q me envió”.
Angeli también formó parte de las protestas en Arizona para exigir la apertura de los comercios, cerrados por el gobierno para prevenir el aumento de casos de coronavirus, y de otras movilizaciones pro-Trump que cuestionaban el resultado de las elecciones presidenciales que consagraron como ganadores a los demócratas Joe Biden y Kamala Harris.