El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos (foto), invitó a dejar atrás los “odios” y la “sed de venganza” y a reconciliarse para lograr construir un mejor país, al tiempo que defendió la importancia del medioambiente, que, según afirmó, también ha sido afectado por el conflicto armado con las FARC.
“Reconciliarnos con la naturaleza, reconciliarnos con el medioambiente, reconciliarnos entre los colombianos, esa es la consigna, dejar los odios atrás, dejar la sed de venganza atrás, darnos un abrazo”, exclamó el jefe de Estado al inaugurar un “Bosque de Paz” en el caserío Santa Ana, municipio de Granada, en el departamento de Antioquia. “Bosques de Paz” es una iniciativa gubernamental con la que se busca tener 50 de esos bosques para alcanzar 12.500 hectáreas protegidas.
En agosto del año pasado, Santos presentó en Mitú, capital del selvático departamento del Vaupés, este proyecto que busca preservar la memoria de los más de ocho millones de víctimas del conflicto armado colombiano.
Las aproximadamente 8 millones de víctimas, entre más de 7,5 millones de desplazados, 200.000 muertos y más de 60,000 desaparecidos que ha dejado más de medio siglo de conflicto armado tendrán su nombre inscripto en cada uno de los árboles plantados por iniciativa de la ONG “Saving the Amazon”.
Santos dijo que en Santa Ana se invertirán más de 3.500 millones de pesos (unos 1,2 millones de dólares) en prácticas agroforestales y ecoturísticas en 1.200 hectáreas de bosque.
El mandatario recordó que esta población ha sido una zona que ha sufrido la violencia de las guerrillas de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como de los paramilitares, y ahora este proyecto permitirá que las familias del territorio se capaciten en educación ambiental y prácticas productivas.
El programa beneficiará a 650.000 personas con proyectos que buscan recuperar y proteger las zonas afectadas por el desplazamiento y el conflicto. “Este programa busca que las comunidades se apropien de los bosques, del medio ambiente. Que los cuiden, que los restauren, que vuelvan a sembrar donde fueron deforestados”, concluyó Santos.
Por otro lado, la misión de la ONU en Colombia prácticamente finalizó el registro de las cerca de 7 mil armas que tienen las FARC, cuyos guerrilleros se encuentran hace meses en las zonas de reunión, informó el jefe de los observadores internacionales, general Javier Pérez Aquino.
“Todavía falta un detalle” para dar por concluída la operación de registro de armas que el enviado especial de la ONU, Jean Arnault, cifró en 8 mil, señaló el militar.