Veinteveinte. Contundente el título que eligió Suna Rocha para nombrar su flamante disco, tras cuatro años de ausencia discográfica. “¿Cómo no ponerle así, si este será un año que no olvidaremos ni nosotros los argentinos, ni el planeta todo? Fue tremendo, inesperado y fatal lo que pasó, y sigue pasando”, señala la cantora desde Villa Tulumba, bello pueblo del norte cordobés en el que nació y volvió a vivir, tras una larga estadía en Buenos Aires. Fue allí, incluso, donde se gestó buena parte de este trabajo que incluye once piezas que pendulan entre una cosecha vinculada a las raíces folklóricas argentinas (“Guanuqueando”, de Volodarski-Vilca o “De regreso simplemente, de Carlos Di Fulvio) y temas pop-rock, tal el caso de “Corazón delator”, de Gustavo Cerati. “La verdad es que hace mucho tiempo venía con una idea de cambio, de renovación, de otro color musical en mis trabajos”, reconfigura Suna, y la intención se deja entrever en varias aristas.
Una es la libertad que se tomó para elegir un repertorio ecléctico, variopinto. Otra, la mayoritaria participación de mujeres en un disco de por sí superpoblado de invitados. En este sentido, no solo convocó expertas en diversos instrumentos para abrillantar los temas, sino también –y fundamentalmente-- a Marian Pellegrino, productora cordobesa con base de partida en el rock. “Nunca trabajé así, debo decir. Marian viajaba cotidianamente de Córdoba a Tulumba para intercambiar ideas conmigo y darle forma al trabajo. Ella viene del rock pero tiene idea del folklore, algo que por supuesto se nota en los arreglos, en los criterios estéticos, en la mezcla y en la masterización. Trabajamos muy bien juntas”, detalla Suna, que en su rol de actriz acaba de hacer de pastora en El Camino Real, la Rosa del Desierto, film concluido pero aún sin fecha de estreno.
--Coincide la participación masiva de mujeres en el disco con tu constante militancia por la ley de cupo femenino en festivales…
--Y espero que ayude, porque aún estamos esperando que se haga cumplir la ley. El año pasado me tomé el trabajo de agenciarme de muchísimas grillas de eventos y festivales de todo el país, y muchas de ellas tenían el 99,9% de intérpretes masculinos… las mujeres brillaban pero por su ausencia. ¡Una vergüenza! Pareciera que nosotras no tenemos nada para proponer… es un ámbito negado a lo femenino en forma recurrente. Y lo que es peor es que se nos discrimina en el trabajo al no contratarnos. No se entiende, porque la música es fémina… la guitarra, la zamba, la chacarera, la vidala, la baguala, la cueca, la canción, en fin, es una estupidez cómo miden el criterio sobre quién debe estar o no en los escenarios.
--Aunque desde otro ámbito, el IVE puede ser un buen antecedente para pujar en este sentido
--Las mujeres hemos ido ganando reivindicaciones en éste tiempo, si: identidad y violencia de género; casamiento igualitario, la reciente despenalización del aborto, entre otras. En consecuencia, reitero, la ley del cupo femenino (27.539) deberá ser cumplida, porque es para nosotras una prioridad insoslayable.
Vuelta a Veinteveinte, pasaron cuatro años entre la publicación de Suna interpreta a Raúl, disco homenaje de la cantora a Raúl Carnota, y el flamante. Según la cantora, no hay nada extraño en ello. “Nunca grabé un disco por año, salvo cuando comencé en PolyGram”, recuerda. “El motivo es que me gusta pensar mucho los trabajos, buscar con detenimiento los temas, darles su tiempo. Además, durante estos años me dediqué a hacer mi casa aquí en Tulumba, algo que no resulta fácil sobre todo para una mujer que tiene que lidiar con hombres del sector de la construcción. ¡Mamita mía!… una ardua tarea, ciclópea, diría”, ríe la norcordobesa.
--Y en medio de esa ardua tarea, otra que implicó ir de Vilca a Cerati en un mismo viaje...
--(risas) Vilca me dijo alguna vez que le hubiese gustado que sus canciones fueran interpretadas con violín, y así fue en mi versión de “Guanuqueando”. Lo hice en homenaje a él, que amaba la música clásica. Respecto a la versión de “Corazón Delator” pasó que la acerqué hacia mí, con el sonido increíble del talentoso quenista riojano Victor Carrión a quién conozco desde pequeñito, y con Leo Genovese… ¡cómo suena ese pianito, mi Dios!
--“Vuelvo a las cosas simples de la vida…”, es la frase que da comienzo a “De regreso simplemente”, el tema de Di Fulvio. Se te nota una modulación muy emotiva cuando la cantás.
--Es que fue lo que me pasó a mí… volver a las cosas simples de la vida. Como decía, me hice una casa en Tulumba, y aquí me sorprendió la pandemia, y aquí me quedaré largos períodos, pues es un lugar tranquilo, pintoresco y bello, que me proporciona la posibilidad de vivir de la cultura de la contemplación, algo que no cambio por nada. Además, las comunicaciones se han modificado tanto, que se puede mantener una tarea artística desde cualquier lugar del país. De hecho, tengo pensado presentar el disco y hacer algún vivo, cuando y donde se pueda. Generalmente soy futurista, pero debido a esta situación, no me queda otra que ser “presentista”