Un hombre y una mujer fueron secuestrados en la localidad bonaerense de Castelar el martes por la noche y liberados en la madrugada del miércoles en Ciudadela, luego de que los secuestradores se involucraran en una persecución y un tiroteo con la Policía Federal. En un primer momento los secuestradores intentaron robar en la casa del matrimonio, pero ante la posibilidad de ser descubiertos por vecinos decidieron secuestrar a la pareja y pidieron 100 mil pesos de rescate. Finalmente, dejaron al matrimonio en un auto en Fuerte Apache y escaparon a pie. Ninguno fue detenido.
Cerca de la medianoche del martes, Jorge Guaglianone, gerente de posventa de una concesionaria Chevrolet, y su esposa, Susana Lopardo, volvían de festejar el cumpleaños de ella en su auto Chevrolet Cruze, cuando a una cuadra y media de su casa fueron interceptados por un Honda Civic negro, con pedido de secuestro en la comisaría de José C. Paz. En el auto viajaban cinco hombres, “todos jóvenes” según recordó el empresario, y cuatro de ellos se bajaron para forzar a la pareja a meterse en el Honda. Con los dos autos en su poder, los secuestradores se dirigieron a la casa del matrimonio.
Guaglianone, de 64 años, contó que una vez adentro del auto “les empezaron a pedir plata”, y a “preguntarles la dirección de su casa”, ya que la intención de la banda era ir a robar allí. La pareja les dio las llaves y se encaminaron para la casa. “Bajaron, abrieron la puerta y justo venía el vecino de enfrente. Se asustaron y nos llevaron para el lado de la autopista (del Oeste). En el camino nos fueron golpeando”, recordó el hombre, que aseguró que terminó “con puntos de sutura en la cabeza”. Ante la imposibilidad de robar la casa, los delincuentes optaron por el secuestro extorsivo, y les exigieron llamar a un familiar para pedir rescate.
“Llamé a mi hija pidiéndole plata y hablé con mi yerno. Pedían 100 mil pesos, pero mis hijos tenían 40 mil. Pidieron 55 mil y que lleven la plata a Fuerte Apache”, continuó Guaglianone. Después de negociar con los secuestradores, el yerno del empresario hizo la denuncia, por lo que empezó a intervenir en el caso el fiscal federal de Morón, Hernán García, y la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón. El empresario explicó que como su auto Chevrolet Cruze tiene un sistema de monitoreo satelital, los secuestradores decidieron dejarlo abandonado dentro del barrio Ejército de los Andes –conocido como Fuerte Apache– en el partido bonaerense de Ciudadela, para ir a cobrar el rescate en el Honda que manejaban inicialmente. “A mí me metieron en el baúl” del Honda, detalló Guaglianone, y su esposa, de 63 años, fue llevada en el asiento trasero del auto.
Fuentes de la Policía Federal Argentina (PFA) indicaron que mientras los secuestradores se dirigían a cobrar el rescate, una de las brigadas de la PFA que patrullaba por la autopista General Pa, empezó a seguir al Honda porque había pasado un semáforo en rojo y notaron que venía haciendo maniobras extrañas, aunque no sabían del secuestro en curso. Los policías activaron la sirenta y dieron la voz de alto a los secuestradores, que respondieron con disparos, cerca del cruce entre la avenida Militar y San Ignacio de Ciudadela. Los efectivos de la PFA respondieron los disparos y empezó un intercambio de balazos, de los cuales al menos uno entró por una ventanilla del Honda, en donde estaba el matrimonio, pero no lastimó a nadie. El patrullero terminó con cuatro impactos de bala en el parabrisas.
Fue entonces que abandonaron el auto con las víctimas adentro, en Fuerte Apache. El empresario dijo que estaba convencido de que fue un secuestro “hecho al voleo, que no estaba premeditado”, y contó que los secuestradores lo amenazaron con “cortarle un dedo”.
La policía todavía no encontró a ninguno de los cinco hombres que participaron del secuestro. El fiscal Hernán García trabaja con la DDI Morón para identificar a los secuestradores, y según indicaron fuentes judiciales, no descarta que los cinco hombres hayan formado parte de la denominada “Banda del M19”, desbaratada a fines de marzo de este año por una serie de secuestros en el partido bonaerense de Pilar, a la que se vincula con el homicidio de un médico en el barrio porteño de Flores.