Con una inyección letal, el estado de Indiana ejecutó este miércoles a Lisa Montgomery, la única mujer que estaba en el corredor de la muerte en los Estados Unidos y la primera en ser ejecutada en más de seis décadas.
Montgomery, de 52 años, había sido condenada en 2007 por matar en 2004 a una mujer de 23 años que estaba embarazada de ocho meses y extraerle el bebé, que luego fue recuperado sano y salvo.
Durante el proceso judicial, sus abogados argumentaron que sufría una enfermedad mental debido a los abusos sexuales que sufrió en su infancia. "Nuestra Constitución prohíbe la ejecución de una persona que no pueda comprender racionalmente esa ejecución (...). La administración actual lo sabe. Y la mataron de todos modos", denunciaron.
Montgomery recibió la inyección letal en el complejo penitenciario de Terre Haute, después de que la Corte Suprema levantase la suspensión que tan solo unas horas antes había ordenado una corte federal.
El hecho por el que fue condenada ocurrió en 2004, cuando Montgomery tenía 36 años. Durante su infancia, según reconstruyeron los investigadores, fue violada por su padrastro, quien repitió los abusos durante varios años. Cuando tenía 14 años, su madre descubrió los abusos pero la culpó a ella y llegó a amenazarla y a apuntarle con un arma. Años después, la joven habría caído en el alcoholismo.
Montgomery terminó escapando de su casa a los 18 para casarse con Carl Bowman. Tuvieron 4 hijos y, en 1990, por consejo médico, decidió ligarse las trompas para no tener más niños. Luego de una separación temporal en 1993, en 1998 Bowman decidió poner fin a la pareja. Dos años después, Lisa se casó con el electricista Kevin Montgomery, quien tenía 3 hijos.
La pareja se mudó con los 7 niños y los padres de Kevin. Seis días antes del crimen, el primer marido de Lisa había solicitado a la justicia la custodia de 2 de los 4 hijos que habían tenido juntos. Para ese momento, la mujer llevaba ya un tiempo simulando otro embarazo de Kevin.
Lisa Montgomery conoció a Bobbie Jo, la joven de 23 años que luego asesinó, en 2004, en un chat de perros de la raza que ambas --supuestamente-- criaban: Rat Terrier. Allí comenzaron una amistad virtual, contexto en el que Bobbie Jo le contó que estaba embarazada.
Tiempo después, Lisa le dijo que había estado embarazada de mellizos, pero que uno había muerto y que esperaba dar a luz al que había sobrevivido en diciembre. En abril de ese año, las jóvenes se encontraron en un show de Rat Terrier en Abilene, Kansas, con sus “embarazos” recién comenzados.
Hacia fines de aquel mismo año, Jason Dawson --amigo de Bobbie Jo, criador y participante también del chat de Rat Terrier-- recibió un mail de una mujer llamada Darlene Fischer a quien no conocía. Darlene le preguntó a Dawson si sabía de alguien que quisiera dar cachorritos en adopción ya que quería comprar uno para sus hijos. Dawson, que sabía que Bobbie Jo tenía varios, le pasó su nombre y su sitio web. Darlene se puso en contacto por mail con Bobbie Jo y también con Ratter Chatter.
Esta vez su usuario en el foro era fischer4kids e informó a los miembros del grupo que vivía en Fairfax, Missouri, a 25 minutos de auto de la casa de Bobbie Jo.
Lo que nadie sabía era que esa interlocutora que se identificaba como Darlene Fischer era en realidad Lisa Montgomery, de Kansas. Después de intercambiar algunos mensajes con Bobbie Jo, Lisa acordó reunirse con la joven para ver a los perros el jueves 16 de diciembre de 2004, a las 14.30.
Según pudieron reconstruir los investigadores, Bobbie Jo tuvo poco tiempo para reconocer a Lisa, a quien había visto antes en el encuentro de Abilene. Después de abrirle la puerta, Lisa la ahorcó con una cuerda hasta desmayarla --la perito forense del condado de St Louis sostiene que luego habría recobrado la conciencia e intentdo defenderse--, tras lo cual agarró un cuchillo de cocina para abrirle el abdomen y extraerle a la bebé. Luego de cortar el cordón umbilical, envolvió a la recién nacida en una manta, corrió hasta su Toyota Corolla rojo y se marchó.
Bobbie Jo había hablado con su madre 15 minutos antes de la llegada de Lisa y había quedado en pasar a buscarla por su trabajo. Como la joven no aparecía, su madre fue hasta la casa a buscarla y ante el dramático escenario se comunicó con el 911. Los paramédicos llegaron inmediatamente, pero no pudieron reanimarla. Bobbie Jo fue declarada muerta a las 16.27, al llegar al hospital San Francis, de Maryville.
La policía comenzó rápidamente la investigación para dar con el paradero de la beba. Fue otra criadora de Rat Terrier, de Carolina del Norte, llamada Dyanne Siktar, la que reconoció a la joven asesinada en las noticias y aportó a la resolución del caso.
Mirando los posteos en la web de perros, descubrió un par de mensajes entre Bobbie Jo y Darlene Fischer del día anterior al crimen donde se intercambiaban los mails y las direcciones de sus casas.
Finalmente, el FBI logró rastrear el IP de donde provenían los mails de la supuesta compradora de perros.
Al día siguiente, los detectives Fritz y Strong fueron enviados hasta la casa de campo de los Montgomery, en Melvern. Allí encontraron a la mujer junto a su marido y la niña. Según el relato de Lisa, la beba era suya y la había dado a luz el día anterior. Sin embargo, los policías se comunicaron con el centro de salud y averiguaron que allí no había nacido ningún bebé el día indicado por la mujer. La pareja fue llevada hasta la oficina de los grupos antinarcóticos para ser interrogada y Lisa confesó, para sorpresa de su marido, quien dijo creer que su mujer estaba embarazada.
En las audiencias preliminares al juicio, un neurocientífico presentado por la defensa, Vilayanur Ramachandran, testificó que Lisa había sufrido numerosos golpes en la cabeza por parte de sus padres y sus maridos. Según explicó, esos abusos físicos podrían haber dañado su cerebro en la región que controla las agresiones.
Los abogados de Lisa, por su parte, sostuvieron que su defendida padecía pseudociesis (embarazo psicológico), una condición mental que puede llevar a una mujer a presentar síntomas de embarazo y creer falsamente que está gestando un bebé. Los médicos de la defensa dijeron también que Lisa sufría depresión, desorden de la personalidad y síndrome post traumático.
Finalmente, el 22 de octubre del 2007, el jurado la encontró culpable de asesinato y el 26 de octubre recomendó para ella la pena capital. El 4 de abril del 2008, el juez Gary A. Fenner la sentenció oficialmente a muerte. El 19 de marzo de 2012, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos negó su petición de clemencia.