El primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, presentó este miércoles disculpas oficiales en nombre del Estado por el escándalo de los antiguos hogares para madres solteras, donde murieron 9.000 niños entre 1922 y 1998.
"Pido disculpas por el profundo daño causado a las madres irlandesas y a sus hijos" en estos establecimientos dirigidos por monjas católicas en colaboración con el Estado, dijo el jefe de gobierno frente al parlamento de Dublín.
"El Estado los defraudó", afirmó Martin un día después de la publicación del informe de una comisión de investigación que puso de relieve el dramático exceso de mortalidad en estos establecimientos y la hostilidad general de la sociedad hacia esos nacimientos, que entonces se consideraban ilegítimos.
La comisión puso asimismo de relieve hasta qué punto en la primera parte del siglo XX "la falta de educación sexual sumió a las mujeres jóvenes en la ignorancia sobre cómo y por qué quedaron embarazadas", algunas de ellas después de haber sido sometidas a "violación y/o incesto".
"Los niños nacidos fuera del matrimonio fueron estigmatizados, tratados como parias", reconoció Martin. "Adoptamos una moral y un control religioso perverso, un juicio y una certeza moral, pero rechazamos a nuestras hijas", agregó. "Alabamos la piedad, pero no mostramos la más elemental amabilidad hacia aquellos que más la necesitaban".
"Cultura misógina"
La Comisión Irlandesa de Investigación sobre Hogares Materno-Infantiles determinó en un informe publicado el martes que 9.000 niños murieron desde 1922 en esas instituciones, que operaron en este país de larga y profunda tradición católica hasta 1998.
En 2013, otra investigación oficial descubrió el comportamiento de las monjas católicas en las llamadas "Lavanderías de la Madgalena", donde entre 1922 y 1996 miles de internas trabajaron en un régimen de semiesclavitud y abusos.
Estos hogares acogían a adolescentes y jóvenes que habían sido rechazadas por sus familias. Los niños que nacían allí a menudo eran separados de sus madres y dados en adopción rompiendo todos los lazos con sus familias biológicas.
La comisión se creó en 2015 para arrojar luz sobre el alto nivel de mortalidad infantil registrado en ellos a raíz del trabajo de la historiadora Catherine Corless.
Esta afirmó que casi 800 niños nacidos en una de estas instituciones, el Hogar St Mary de las Hermanas del Buen Socorro en Tuam, en el oeste del país, fueron enterrados en una fosa común entre 1925 y 1961.
En 2014 se hallaron casi 800 esqueletos de niños en cámaras subterráneas de un convento regentado por monjas del Buen Socorro en la localidad de Tuam, en el oeste de Irlanda, entre 1925 y 1961.
Este caso, que conmocionó al país, salió a la luz cuando un estudio de la historiadora local Catherine Corless descubrió certificados de defunción de 798 niños, aunque solo dos de ellos estaban acompañados por certificados de enterramiento.
Las excavaciones efectuadas posteriormente confirmaron que los esqueletos yacían en el espacio que ocupaban tanques sépticos en el edificio del citado centro de acogida, conocido como "El Hogar".
Se trata de un "capítulo oscuro y vergonzoso de la historia reciente de Irlanda", afirmó el primer ministro, considerando que el informe deja al descubierto la "cultura misógina" del país durante "varias décadas".
En particular, Martin destacó "la grave y sistemática discriminación contra las mujeres, especialmente las que dieron a luz fuera del matrimonio" en este país católico. "Teníamos una actitud completamente distorsionada hacia la sexualidad y la intimidad", una "disfunción" por la que "las jóvenes madres y sus hijos e hijas" en estas instituciones "se vieron obligados a pagar un terrible precio", afirmó. "Toda la sociedad fue cómplice", había dicho el martes el jefe de gobierno.
La cifra de 9.000 muertes representa el 15% de los 57.000 niños que pasaron por estos establecimientos durante el período de 76 años examinado por la comisión de investigación.