La clasificación de la tenista británica Francesca Jones para el cuadro final del Abierto de Australia permitió conocer su historia de superación: nació con displasia ectodérmica por electrodactilia, un síndrome poco frecuente que provocó que sus manos y pies se desarrollaran de forma anormal. Jones tiene cuatro dedos en cada mano, cuatro en el pie izquierdo y tres en el derecho. Pero, a sus 20 años, tras haber sido discriminada y escuchado a médicos que aseguraban que no podría competir en el alto rendimiento, la tenista está dispuesta a que sea su juego y no su enfermedad la que la defina.
"Lo mejor de la vida es hacer lo que la gente dice que no puedes hacer", es uno de los lemas de Jones, nacida en Leeds, en el norte de Inglaterra, pero a los diez años se mudó con su familia a Barcelona, ciudad donde se formó como tenista.
Fanática del fútbol y, sobre todo, de Leo Messi, la joven debió someterse a varias cirugías en las manos y en los pies durante su vida. En su formación necesitó usar raquetas con grips más pequeños de lo normal y tuvo que aprender a mantener el equilibrio para al tenis por contar con menos dedos en sus pies.
En una entrevista con la prensa británica, Jones, actual 241° del ranking WTA, reveló que el tenis le resultó vital para ponerse nuevos desafíos pese a sufrir esta enfermedad. "Tengo grandes objetivos por lograr y quiero cambiar la perspectiva de la gente. El tenis me ha ayudado a mí y mis objetivos y también me ha ayudado a ser quien soy sobre la cancha y espero que lo siga haciendo", sostuvo.
Y agregó: “Mi síndrome es muy raro. Es complicado porque hay numerosos síntomas. Sin embargo, no quiero decir que es una desventaja, porque no lo siento así. Es una cosa que está puesta enfrente de mí y tengo que saber cómo seguir. Para mí es más una ventaja, porque me motiva, me hace ser más fuerte. Todas las experiencias que tuve me han ayudado a madurar”.
En la fase de clasificación, disputada en Dubai, Jones venció a la rumana Monica Niculescu (6-3 y 6-2), a la croata Jana Fett (7-6, 2-6 y 6-1) y a la china Jing Lu (6-0 y 6-1). "Estoy muy feliz de clasificarme y tengo muchas ganas de irme a Australia. Nunca había estado antes y estoy segura de que será una experiencia increíble", afirmó.
En la previa del último partido comparó su clasificación con estar en un reality show: "Es algo genial. Como en el Factor X, pasas a la siguiente etapa, así es como se siente".
La clasificación para el torneo australiano garantiza un mínimo de 74.000 dólares en premios de primera ronda y podría enfrentarse a referencias que parecían inalcanzables como Serena Williams o Serena Halep. Quienes la conocen desde juvenil afirman que tiene una fuerte personalidad y voz de mando.
Con Jones, serán siete los británicos que competirán en el cuadro individual de Australia. Pero, sin dudas, la de la joven tenista es una gran historia de superación.