En los seis años transcurridos desde la muerte de Alberto Nisman -el aniversario se cumple el lunes próximo-, las pruebas indican que el fiscal se suicidó en el baño de su departamento, en el edificio Le Parc. Por el contrario, en estos seis años no fue posible esclarecer el origen de la fortuna oculta que tenía Nisman, empezando por más de 600 mil dólares descubiertos en una cuenta en Nueva York. Para tapar las cosas, la coalición judicial-política-mediática con sede en Comodoro Py puso a cargo de la causa a su stopper tradicional: el fallecido juez Claudio Bonadio. Pero tras la muerte del magistrado, el nuevo juez, Marcelo Martínez de Giorgi, ordenó medidas impactantes: por de pronto dispuso que un cuerpo de peritos especializado en corrupción analice la evolución patrimonial de Nisman y de su familia, incluyendo específicamente la cuenta del Merrill Lynch de Nueva York. Pero, además, Martínez de Giorgi ordenó el embargo de todos los bienes que fueron de Nisman, de su madre y de su hermana, e incluso dispuso la intervención de dos empresas que prestaron la lujosa camioneta Audi que usaba el fiscal. Para redondear, el magistrado pidió copias de la causa por la desaparición de un financista, Damián Stefanini, del que no se sabe nada desde 2014, y que figura habiéndole depositado 150 mil dólares a Nisman en la cuenta neoyorquina.
Lavado
El delito que se investiga es el de lavado de dinero, ya que consistió en el ocultamiento y disimulo de dinero proveniente de un delito. La cifra total que Nisman tenía oculta no pudo ser determinada hasta ahora. En principio está la cuenta de Nueva York que, según parece, tenía un saldo de 660 mil dólares. Pero, además, aparecieron dos departamentos en la calle Dorrego, en pleno Palermo Hollywood, y tres terrenos en el complejo Pueblomio de Punta del Este. Hay una porción de la fortuna que está en el misterio total y que es el contenido de las cuatro cajas de seguridad en bancos y en una empresa privada de caudales que la madre de Nisman, Sara Garfunkel, vació en los días posteriores a la muerte del fiscal.
Muerte
Existe un dato al que tampoco se pudo acceder nunca: una cuenta de Nisman, supuestamente en Colonia, Uruguay. La información que publicó en su momento Página/12 daba cuenta de transferencias que sumaban unos 280 mil dólares provenientes de Israel. Quien habría mandado ese dinero, en forma clandestina, era el megamillonario Sheldon Adelson, el Rey de Las Vegas, dueño de algunos de los casinos de mayor envergadura, fallecido este lunes a los 87 años. Adelson fue uno de los mayores financistas de las campañas de Donald Trump y respaldó con fondos a una gran cantidad de fundaciones de derecha, entre ellas la Fundación para la Defensa de la Democracia (FDD según las siglas en inglés). La sospecha es que el dinero venía, justamente, de esas organizaciones que, en el terreno geopolítico, favorecen el bombardeo de Irán. El Banco Central de Uruguay nunca acreditó la existencia de la cuenta en Colonia pero se sospecha que eran fondos off-shore que se manejaban desde allí, en especial dinero que fugaban y escondían ciudadanos argentinos. Es muy probable que con ese dinero recibido de Adelson se hayan comprado los valiosos terrenos de Punta del Este.
Candado
La causa original sobre la fortuna oculta de Nisman la tenía el juez Rodolfo Canicoba Corral que arrancó con el descubrimiento de bienes y cuentas. El fiscal fue Juan Pedro Zoni. Pero el aparato de Comodoro Py se ocupó de sacar a ambos de la cancha, quitándole el expediente a Canicoba y desplazando de manera arbitraria a Zoni. El operativo cerrojo se completó poniendo la dupla Bonadio, juez-Eduardo Taiano, fiscal. Tras la muerte del magistrado, el expediente llegó a manos de Martínez de Giorgi quien dispuso en noviembre una gran cantidad de medidas. Sucede que uno de los financistas, Claudio Picón, reclamó que le devuelvan la camioneta Audi que le había prestado a Nisman, apeló ante la Cámara Federal y el tribunal ordenó que se aceleren las investigaciones.
Un detalle que no es pura coincidencia es que quien representa a la madre de Nisman, Sara Garfunkel, y a la hermana del fiscal, Sandra Nisman, a cuyo nombre figuran parte de los bienes escondidos, es el ex fiscal Pablo Lanusse, el también abogado de Mauricio Macri en varias causas vinculadas con espionaje ilegal. Como es obvio, Lanusse se opuso a casi todas las medidas del juez: no quiere que se avance en la investigación de la fortuna oculta de Nisman.
En paralelo, también está imputado el técnico informático Diego Lagomarsino, representado por Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro. Como Nisman quería mantenerse oculto en el manejo del dinero, puso como apoderados a su madre, su hermana y a Lagomarsino quien, de todas maneras, sólo aparece firmando dos transferencias desde la cuenta de Nueva York a Uruguay para pagar las expensas de los terrenos de Punta del Este. En total, unos 4 mil dólares.
Medidas
En los escritos que firmó Martínez de Giorgi se ordenó lo siguiente:
* Que un cuerpo de peritos especializados en corrupción haga un informe sobre la evolución patrimonial de Nisman, su madre, su hermana, Lagomarsino y el financista Picón, que figuró también depositándole dólares a Nisman en la cuenta del Merrill Lynch.
* Los abogados de Lagomarsino pidieron que la investigación patrimonial se extienda a la ex pareja de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado. El magistrado no resolvió, pero cuando habla de la evolución de los bienes de Nisman menciona que se deben tener en cuenta los vínculos parentales y conyugales.
* El juez ordenó el embargo de todos los bienes de los imputados en la causa, incluyendo sus cuentas bancarias. Esto significa que hoy están embargados Garfunkel, Sandra Nisman, Lagomarsino, Picón y la sucesión de Alberto Nisman.
* De Giorgi menciona explícitamente que se debe analizar la cuenta del Merrill Lynch. En realidad, los fondos no están bloqueados por la Justicia argentina, pero el organismo antilavado de Estados Unidos, la Fincen, sí estableció un bloqueo. Es que Nisman era una persona considerada “políticamente expuesta”, es decir que debió declarar la cuenta, pero la mantuvo oculta. Lo que se sabe, por un informe de la Fincen, es que el saldo era de 660 mil dólares, pero habría que ver el dinero que pasó por esa cuenta: cuál fue el origen y en qué se utilizó la plata.
* El juez ordenó la intervención judicial de tres empresas, Palermopack, Easypack y Starpack, vinculadas a Claudio Picón. En el departamento de Nisman se encontró un cheque por 200 mil dólares firmado por Picón, además de que hizo hizo un depósito en la cuenta de Nueva York y figura como titular de la camioneta Audi que usaba Nisman como si fuera suya.
Respecto de algunos de los aspectos de esta causa, Lanusse hasta presentó un recurso en la Corte Suprema y habrá que ver si el máximo tribunal sale al rescate. La muerte de Nisman fue y es usada hasta el cansancio para la batalla política contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, aunque la aparición de tantos elementos que exhiben la doble vida del fiscal, en lo económico, lo personal, lo político y lo judicial, golpearon duramente en la campaña que se intentó instalar. Por eso, habrá que ver si la Corte interviene en un expediente tan caliente. El dinero oculto de Nisman fue una causa-tabú y ahora, de a poco, tal vez vaya saliendo de las sombras.