La creación y divulgación de fake news es la estrategia de campaña que más le gusta usar al expresidente Mauricio Macri. A través de su cuenta de Facebook acusó al Gobierno de negarse a reabrir las escuelas e instó a sus seguidores a “frenar a un Estado que busca hacer del control algo permanente”. Hace apenas dos días, el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, aseguró que “toda la Argentina, con los cuidados necesarios y los protocolos adecuados, está preparada para el comienzo de clases presenciales". “Un nuevo año comenzó y las definiciones sobre la apertura de las escuelas aún siguen sin resolverse”, comenzó su relato Macri, que desarrolló en un breve, impreciso y por pasajes erróneo texto que divulgó a través de su cuenta oficial de Facebook. Lo tituló “Abran las escuelas”.
Allí acusó al gobierno que conduce Alberto Fernández de insistir en “condicionar el retorno a clases a la situación epidemiológica” bajándole el tono al nivel de expansión del virus que ya provocó cerca de 100 millones de contagios y casi dos millones de muertes en el mundo.
Sin perjuicio de ello, ni hacer mención alguna a datos que confirman rebrotes, segundas olas y desastres de nuevas cepas del virus en decenas de países, Macri citó vagamente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, según su resumen, “defiende la necesidad de mantener las escuelas abiertas porque se ha comprobado que los niños y adolescentes no son vectores principales de contagio y tienen más probabilidades de contraer el virus fuera del entorno escolar que dentro”.
"Que mueran los que tengan que morir"
No es la primera vez que el expresidente milita públicamente en contra de las medidas de cuidado frente a la pandemia. Allá por agosto del año pasado se conoció el “consejo” que le dio a su predecesor en la Presidencia del país para que levante la cuarentena y “que se mueran los que tengan que morirse”. En esta ocasión, eligió mentir sobre el discurso oficial en relación con las medidas de reapertura: “Miramos hacia nuestro alrededor y somos plenamente conscientes de que todo está permitido, excepto el ingreso de nuestros chicos a las aulas. Eso responde a un orden de prioridades que debe ser revertido en la inmediatez si deseamos realmente construir un futuro próspero y con oportunidades para los jóvenes”.
“Vamos a perder el potencial de una generación de jóvenes si las aulas siguen vacías”, aseguró. Luego criticó a la provincia de Buenos Aires en contraposición a la Ciudad, gobernada por Juntos Por el Cambio, que “demostró que es posible abrir las escuelas, respetando los protocolos y las recomendaciones que establece el Ministerio de Salud”. En ralidad, el proceso iniciado por el gobierno porteño no tiene nada que ver con la reapertura general de las clases presenciales. Recién a partir de octubre, comenzó un proceso progresivo, en algunos pocos establecimientos que fueron puestos en funcionamiento de manera presencial para contados cursos, una hora a la semana y con actividades recreativas. Si Macri por lo menos se informara sobre lo que escribe, podría haber puesto ejemplos de retorno y mantenimiento de clases presenciales que se dieron, no en CABA sino en varias provincias del interior del país.
El Gobierno alienta el regreso de las clases presenciales
Contrariamente a lo asegurado por Macri, el plan que tiene el Gobierno, y que desde la cartera de Educación vienen sosteniendo desde fines del año pasado, es que se retomen las clases presenciales en todo el país. Así lo manifestó Trotta a este diario: "Nuestro objetivo es que en el mes de marzo tengamos clases presenciales en todas las escuelas del país”, recalcó días después de que el Ejecutivo emitiera recomendaciones para restringir la circulación noctura y así frenar el rebrote de contagios que se experimentó en las grandes urbes durante el comienzo de 2021. En su texto, Macri criticó a los gremios docentes, a quienes acusó de “monopolizar” el debate sobre el regreso a clases y los descalificó frente a “cientos de miles de docentes que en este último año se han convertido en ‘héroes sin capa’” por su “compromiso y vocación” de “continuar con los aprendizajes a pesar de las distancias y de las dificultades”. Poco podrían haber hecho esos “héroes sin capa” sin la posibilidad concreta de mantener el vínculo educativo con los y las estudiantes de manera virtual, algo que menospreció y menosprecia el gobierno porteño desde el diseños de sus políticas. Sin ir más lejos, ayer se supo que, a través de un decreto, Horacio Rodríguez Larreta modificó las partidas presupuestarias destinadas al “Plan Sarmiento", que es la iniciativa de asistencia de equipos de tecnología e Internet en los barrios vulnerables, y redireccionó más de 370 millones de pesos hacia el fomento de la educación privada.