Astrónomos del observatorio de Atacama, al Norte de Chile, anunciaron en su sitio oficial haber captado por primera vez en la historia el comienzo del fin de una galaxia lejana. El hallazgo, que se logró con el mayor radiotelescopio terrestre del mundo jamás construido, les permitirá estudiar mejor de qué manera las galaxias dejan de dar vida a nuevas estrellas.
Los investigadores consiguieron captar el momento exacto de la muerte de una galaxia muy distante al ver que la misma expulsó casi la mitad de su gas, combustible para la formación de nuevas estrellas. También creen que este espectacular evento se originó por haber colisionado con otra galaxia.
La imagen capturada muestra la expulsión de gas que tiene lugar a un ritmo "sorprendente", equivalente al gas que se necesitaría para formar 10.000 soles al año y que está eliminando el 46% del gas frío total de la galaxia en cuestión.
Hasta ahora, los astrónomos sabían que las galaxias comienzan a "morir" cuando dejan de formar estrellas, pero nunca antes habían vislumbrado claramente el comienzo de este proceso en una galaxia lejana.
"Es la primera vez que observamos una típica galaxia masiva formadora de estrellas en el universo distante a punto de morir debido a una expulsión masiva de gas frío", explicó Annagrazia Puglisi, investigadora principal del nuevo estudio.
Colisión con otra galaxia
Investigadores de la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral, más conocida como el Observatorio Europeo Austral (o ESO, por sus siglas en inglés), utilizaron las instalaciones de Atacama para entender qué ocurrió: "este evento lo desencadenó una colisión con otra galaxia con la que finalmente se fusionaron para formar la galaxia conocida como "ID2299".
"Nuestro estudio sugiere que las eyecciones de gas pueden producirse por fusiones entre galaxias", dice el coautor del estudio, Emanuele Daddi, de CEA-Saclay (Francia), quien asegura que esto obliga a revisar la comprensión de como 'mueren' las galaxias.
La pista que llevó al equipo de ESO hacia esta hipótesis fue la asociación del gas expulsado como una "cola de marea", es decir, corrientes alargadas de estrellas y gas que se extienden en el espacio interestelar y que son el resultado de la fusión de dos galaxias.
La mayoría de los astrónomos cree que los vientos causados por la formación de estrellas y la actividad de los agujeros negros en los centros de galaxias masivas son responsables de lanzar material de formación de estrellas al espacio, terminando así con la capacidad de las galaxias para crear nuevas estrellas.
Sin embargo, esta nueva imagen sugiere que las fusiones galácticas también pueden ser responsables de expulsar al espacio el combustible necesario para la formación de estrellas.
Chiara Circosta, investigadora del University College de Londres (Reino Unido), afirma que el estudio arrojó +luz sobre los mecanismos que pueden detener la formación de estrellas en galaxias distantes.
"Ser testigos de un evento de disrupción tan masiva añade una pieza importante al complejo rompecabezas de la evolución de las galaxias”, añade Circosta.
La contribución del observatorio chileno ha sido esencial pero los astrónomos ya confían en hacer observaciones más profundas y de mayor resolución de esta galaxia, para comprender mejor la dinámica del gas expulsado.