La combinación de ser porteñas y de clase media es un lujo que cada vez menos familias pueden alcanzar. En tanto la gestión de Horacio Rodriguez Larreta insiste con los aumentos en autopistas, transporte público, ABL y gastos con tarjeta de crédito; una familia de clase media necesitó más de 120 mil pesos para sostener su costo de vida en diciembre, casi 10 por ciento más que en noviembre y 29 por ciento más desde enero.

El dato surge del relevamiento del costo de vida que realizó el Centro de Educación Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC), que afirmó que un hogar en el que viven dos adultos y dos hijos en edad escolar debió gastar 4 mil pesos diarios para mantener un nivel de vida con gastos de "clase media": alquiler de vivienda, mantener un auto, contar con medicina prepaga, y cuotas mensuales de un club y colegio privado. 

Del total de los 120.334 pesos, el 44 por ciento (40.738 pesos) se destina al pago de alquiler, expensas y ABL. Los servicios de luz, agua, gas, cable y teléfono fijo costaron 12.748 pesos y las cuotas de la prepaga del grupo familiar, de un club y de la escuela se calcularon en 26.606 pesos. Finalmente pagar gastos por transporte, combustibles y seguro de un auto de una antigüedad de diez años significó en diciembre unos 12.900 pesos estimó la consultora, que todos los meses realiza el mismo relevamiento.

Los incrementos más marcados en diciembre con respecto a noviembre los experimentaron la medicina prepaga, con 10 por ciento, combustibles con 5,4 por ciento y carnes con 4,9 por ciento. Luego medicamentos, con 4,6 por ciento y productos de limpieza con 3,4 por ciento. El estudio recordó que el alza del costo de vida en la Ciudad subió fuerte a pesar de que las tarifas de luz, gas y agua se mantuvieron congelados, al igual que el transporte de pasajeros y trenes.

Verano porteño

El peso del pago de los servicios básicos en la canasta fue muy alto incluso previo a la aplicación de los aumentos que planea la gestión porteña. En diciembre, el 77 por ciento de los $120 mil pagaron alquiler, impuestos y transporte, mientras que un 23 por ciento fue para productos de consumo masivo, como alimentos y bebidas. 

Con los aumentos en marcha y los ya anunciados: ya rige la suba del 55 por ciento en peajes, 45 por ciento de la VTV a partir de febrero, 82,5 por ciento en las infracciones de tránsito, 43 por ciento del subte, 20 por ciento en taxis, 100 en estacionamiento medido, subas de ABL y un nuevo impuesto para el pago con tarjeta de crédito; se avisora que la necesidad de $120 mil para mantener un hogar de clase media será apenas un buen recuerdo en los próximos meses. 

La considerable cifra que dio como resultado el informe coincide con la disminución de hogares y personas de clase media que releva la Dirección General de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Ciudad: mientras que al finalizar 2019 el 48,2 por ciento de las personas y el 51,8 por ciento de los hogares de la Ciudad eran considerados de clase media; el último dato publicado, que corresponde al tercer trimestre de 2020, los sectores medios asociados a la “clase media” representaron el 45,8 por ciento de la población y el 49 por ciento de los hogares de la Ciudad de Buenos Aires en el período (unos 642.000 hogares y 1.405.000 personas). 

Arturo Jauretche decía sobre la clase media que cuando está bien vota mal, y cuando está mal vota bien. Y un relevamiento realizado por Proyección Consultores en la Ciudad informó que el 76 por ciento de los entrevistados está en desacuerdo con los aumentos de tarifas relacionadas con el transporte impulsado por Rodríguez Larreta. Habrá que esperar si en este verano de un año electoral esta encuesta o la frase de Jauretche haga algún ruido en los despachos de los funcionarios porteños.