Lo ocurrido en Brasil fue una verdadera piña en el mentón para Boca, ya que el objetivo mayor era alzar la Copa Libertadores. La rotunda caída ante Santos generó mucha preocupación en la gestión de Jorge Ameal por la falta de actitud del equipo en un encuentro clave. Y el Consejo de Fútbol evalúa el armado del nuevo plantel para 2021, con la mira puesta en contratar laterales, un volante central y un delantero goleador. Pero en lo inmediato, en Brandsen 805 sólo se piensa en el presente, con la final del próximo domingo ante Banfield por la Copa Diego Maradona, que en caso de perder significaría otro golpe duro para el conjunto dirigido por Miguel Angel Russo.
La herida que dejó la goleada en Vila Belmiro se ahonda más al tener en cuenta que la idea del proyecto futbolístico era la de tener un plantel con un sentido de pertenencia que este equipo tuvo en otros partidos, pero que en Brasil estuvo ausente.
"Todos sabemos que tenemos que estar unidos y poniendo todo como hasta ahora. Estamos en un momento justo en que podemos hacer historia", expresó Carlos Tevez tras el Superclásico que terminó 2-2 en La Bombonera. Sin embargo, el último miércoles los futbolistas no estuvieron a tono con las palabras del capitán, quien fue uno de los pocos que se salvó de la "tormenta", al que se lo vio molesto y con gestos de reproche ante sus compañeros después de cada falla en los tres goles.
En Boca también asumen que hubo errores en el planteo del entrenador, que renovó su contrato hasta el 31 de diciembre, sigue con crédito, aunque no con la misma firmeza. Y admiten que tendrán que hacer autocrítica por las equivocaciones de la secretaría de fútbol, que comanda Juan Román Riquelme, por la no incorporación de refuerzos y algunos malos manejos en la relación con el plantel. "Soy el responsable y me hago cargo de todo. No tengo excusas", asumió Russo en la conferencia post-partido.
Por caso, el DT nunca pudo reacomodar el mediocampo luego de la salida de Pol Fernández, a quien el Consejo de Fútbol colgó y no reemplazó. El volante de 29 años fue la manija del equipo que consiguió la Superliga 2019/20, el que sacaba la pelota limpia del mediocampo y una rueda de auxilio para el colombiano Campuzano, que nunca recuperó el nivel que tuvo a principios de año. Para suplir a Fernández, a fines de octubre llegó el Pulpo González, pero no demostró no estar al 100%.
En Boca saben que es momento de hacer contrataciones importantes, sabiendo que hay vínculos que se vencen a mitad de año como los de Leonardo Jara, Julio Buffarini y Emmanuel Mas. Tampoco se sabe qué pasará con los futuros de Tevez, Mauro Zárate y Franco Soldano, y que el equipo necesita un volante mixto. El ídolo tiene contrato hasta el 30 de junio, con cláusula de salida y una extensión a mitad de año por seis meses más.
El plan es traer un refuerzo por línea y es casi segura la incorporación de Marcos Rojo, que no es tenido en cuenta en el Manchester United. Otra idea será darles más valor a algunos juveniles, como Gastón Avila, Alan Varela y Exequiel Zeballos. En el rubro salidas se esperan propuestas por Cristian Pavón y Agustín Almendra, ya que ambos piensan no continuar en el club por razones económicas. Hasta el muy cuestionado Eduardo Salvio podría emigrar.
Antes del entrenamiento de este viernes en Ezeiza para preparar el encuentro ante Banfield, habrá una charla a solas del plantel para fijar posiciones y asumir responsabilidades. A la vuelta de la esquina espera una nueva prueba para Boca en San Juan, una final que de ganarla podría atenuar un poco la dolorosa caída del miércoles.