La final de la Copa Diego Maradona que se disputará este domingo en San Juan entre Banfield y Boca guarda un antecedente de casi un siglo. Por entonces, en plena etapa del amateurismo, el club del Sur alzó la Copa de Honor en un partido definitorio que empezó en desventaja, pero que pudo dar vuelta para terminar venciendo 2-1 en la cancha de Sportivo Barracas. Recién en agosto de 2013, la AFA oficializó el logro obtenido por la institución del conurbano, que seis años más tarde se transformó en el primero en restituirles el carnet a sus socios detenidos desaparecidos (ver aparte).
En los albores de la década del '20, el fútbol argentino estaba literalmente escindido entre la Asociación Argentina de Football y una liga rival denominada Asociación Amateurs de Football, desde donde llegaron, por caso, los clubes Del Plata, Sportivo del Norte (el actual Colegiales), Nueva Chicago, Lanús y Sportivo Palermo, este último protagonista a su vez de una serie de curiosidades, como la de haber "absorbido" al club Eureka en una fusión y más tarde, en la década del '80, directamente declinar su participación en los torneos de la AFA, con varias desafiliaciones en el medio y luego de un subibaja permanente por distintas categorías.
Si bien no se trató de un Campeonato de Primera División, la Copa en cuestión se destacó por haber tenido un sinnúmero de complicaciones. Para empezar, la denominada Copa de Honor "Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires" (MCBA) correspondía a la temporada 1920, pero los encuentros de semifinales y final se llevaron a cabo en enero del año siguiente.
Fue disputada por 16 equipos, catorce de ellos (Almagro, Banfield, Boca, Del Plata, Estudiantes de La Plata, Eureka, Huracán; Lanús, Nueva Chicago, Palermo, Porteño, Sportivo Barracas, Sportivo del Norte y Sportivo Palermo) estaban enmarcados en la Primera División de la Asociación Argentina de Football (AAF), más dos clasificados de la Liga Rosarina (Newell's Old Boys y Tiro Federal). El que se coronaba, se ganaba el derecho a jugar una final ante el campeón de la Asociación Uruguaya de Football (AUF) por la Copa de Honor "Cusenier".
Ante Almagro, Banfield arrancó en la fase de octavos de final. El partido terminó 1-1, después de un alargue de 30 minutos. En el desempate, el Tricolor ganó 1-0 y así el Taladro quedó eliminado... aunque el destino, caprichoso como pocos, le daría otra chance más temprano que tarde.
Sucedió entonces que Boca-Newell’s Old Boys y Lanús-Tiro Federal debían disputar las llaves semifinales. El Xeneize ganó la suya, pero el Granate no llegó a jugarla dado que antes... se desafilió de la AAF. Ante esto hubo que reprogramar de apuro otra competencia entre los que habían quedado eliminados. Y ahí volvió a estar en carrera Banfield, que ganó los puntos ante Estudiantes (porque el equipo platense no se presentó) y derrotó asimismo a Sportivo Barracas y Porteño, para verse cara a cara en la semifinal frente a Tiro Federal de Rosario, al que eliminó tras superarlo 2-1 un caluroso 23 enero de 1921, el mismo día en que Boca daba cuenta de Newell's y lo vencía 3-2.
La final se disputó una semana más tarde en terreno neutral. Ese día, Boca salió a la cancha de Sportivo Barracas con Tesoriere; Cortella, Ortega; José López, Busso, Becaas; Calomino, Bozzo, Martín, Galíndez y Marcelino Martínez.
Por su parte Banfield, con el ultraofensivo sistema 2-3-5 que se usaba en esa época, puso en cancha a Mazullo; Meriggi, Rosetti; Frumento, Cernich, Legarreta; Raúl López, Medina, Burton, Guillermo Domínguez y Fausto Lucarelli, este último artillero del equipo albiverde.
Tras ir perdiendo 1-0 con gol de Marcelino Martínez en el primer tiempo, Banfield lo dio vuelta en el complemento con goles de los ingresados Bernardo Pambrún y Adolfo López. Y aquel 30 de enero de 1921 gritó campeón por primera vez en su historia.
Luego de aquel título, Banfield siguió los pasos de Lanús, se desafilió de la AAF y no viajó a Montevideo para jugar la final de la Copa de Honor "Cusenier" ante Universal, el campeón uruguayo, por lo que Boca terminó siendo designado finalista y ganó el trofeo rioplatense frente a los orientales, en un encuentro que se disputó recién en 1923.
Acaso haciendo honores a la fábrica de licores que patrocinaba el magno evento, lo cierto fue que el desarrollo de una y otra copa dejó mareado a más de uno.
El club pionero en derechos humanos
El 4 de octubre de 2019 fue una jornada histórica para el fútbol argentino. A partir de lo que se conoció como “Los 11 de memoria”, Banfield se transformó en el primer club de la Argentina en incluir la categoría de “Socio Detenido Desaparecido” en su estatuto. “En nombre de todo el club, quiero pedir perdón por haber demorado esto durante tantos años y haber mantenido esta deuda con la historia, con los familiares y con los socios y las socias que pelearon por un mundo mejor y que amaron este club como lo amamos nosotros”, dijo entonces con la voz quebrada Lucía Barbuto, presidenta de Banfield.
A su turno, Sergio Smietniansky, miembro del Colectivo Banfield por los Derechos Humanos y abogado la Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo, afirmó: “Se cometió un error administrativo e histórico al haberlos dado de baja. Por caso, Roberto Matthews desapareció el 29 de septiembre de 1976 y era sobrino-nieto de un campeón de 1920", señaló sobre "Bobby", quien tenía 24 años cuando fue secuestrado en la localidad de Villa Luzuriaga, al Oeste del conurbano.
Ese mismo día, en una carta firmada por su titular Claudio Tapia, la AFA se comprometió a “impulsar y apoyar toda acción similar” en los demás clubes, para reasociar a todos aquellos simpatizantes que fueron víctimas del Estado genocida que azotó el país. Todo un gesto que se viene replicando en honor a la memoria.