Imágenes de burbujas de metano congeladas en el lago Baikal, situado en la región de Siberia, Rusia, y conocido por ser el más profundo del mundo, se hicieron virales recientemente en las redes sociales tras ser subidas por el fotógrafo y guía turístico Stanislav Tolstev.
De acuerdo al Servicio Federal de Supervisión de Recursos Naturales de Rusia, el lago Baikal, que tiene 1642 metros de profundidad, es un gran depósito natural que posee el 20% del agua dulce de toda la Tierra y también contiene una inmensa cantidad de gas metano, un hidrocarburo incoloro, inodoro e insoluble.
El metano es generado por los procesos de descomposición de la materia orgánica, como los distintos tipos de plantas que se encuentra en el fondo del lago. Este gas de efecto invernadero se eleva y se congela posteriormente al llegar a la superficie, fenómeno que termina formando capas de burbujas en el hielo.
“¿Por qué las burbujas están en esas capas? Porque el hielo se congela gradualmente, sobre todo por la noche, cuando las temperaturas son bajas. La burbuja se eleva y se congela por la noche. Después, ocurre lo mismo con otra. Y así sucesivamente. Estas capas de burbujas pueden tener hasta 1,5 metros de profundidad”, explica Tolstev en Instagram.
Asimismo, señala que los animales también producen otras pequeñas burbujas. “Hay muchas focas en este lugar: exhalan aire que después se congela en el hielo. La formación de hielo en el Baikal es un espectáculo muy fascinante”, agrega.
Hace dos años, la NASA indicó en un comunicado que si el metano del lago Baikal se liberara “podría potencialmente aumentar la cantidad de radiación infrarroja absorbida por la atmósfera de la Tierra, y así aumentar la temperatura media de todo el planeta”.
Luego, precisó: “Afortunadamente, la cantidad de metano que está saliendo actualmente no reviste importancia climatológica. Sin embargo, no está claro qué sucedería si las temperaturas aumentaran significativamente en la región, o si el nivel del agua del lago Baikal bajara”.