Las autoridades de Australia finalmente decidieron no sacrificar a la paloma Joe, luego de confimar que el animal no voló desde Estados Unidos y por ende no representaba un peligro para el país. La medida se iba a tomar porque su presencia podía atentar contra la biodiversidad del particular ecosistema australiano, pero ahora se confirmó que Joe siempre fue australiana.
La historia comenzó el 26 de diciembre de 2020, cuando la paloma apareció en la ciudad australiana de Melbourne, frente al domicilio de Kevin Chelli Bird, quien aseguró en declaraciones a la prensa que el ave llevaba un anillo en la pata que le permitió rastrear a su propietario. El hombre dijo que el dueño era de Alabama y le había puesto Joe en referencia al nuevo presidente estadounidense, Joe Biden.
En base a esa información, voceros del gobierno australiano aseguraron que Joe cruzó el Océano Pacífico en un recorrido de 13 mil kilómetros desde Oregon hasta Melbourne. Algunos le atribuyeron haber llegado a Australia sin descanso, agua, ni comida; otros optaron por una versión menos épica y dijeron que en realidad había volado hasta un barco en el que realizó la travesía. Sea como fuere, su historia recorrió el mundo por la decisión polémica que tomaron las autoridades australianas de quitarle la vida.
"Si se confirma que la paloma procede de Estados Unidos podría suponer un 'riesgo' para la población de aves autóctonas y la industria avícola de ese país -valorada en 2.875 millones de dólares- porque podría portar una serie de enfermedades”, fue la advertencia realizada por el Ministerio de Agricultura y Medioambiente de Australia.
Sin embargo, al tomar conocimiento de la noticia, una organización estadounidense dedicada al cuidado de las aves informó que la identificación en su pata era completamente falsa. Desde Australia se había pensado en la posibilidad de contratar a un cazador especializado en pájaros para terminar con su vida, decisión sumamente cuestionada por parte de organizaciones dedicadas a la protección de los animales en todo el mundo.
"La banda de identificación es falsa. No necesitan matarlo", confirmó Deone Roberts, gerente de desarrollo deportivo de American Racing Pigeon Union.
Después investigar la procedencia, el Departamento de Agricultura de Australia, responsable de la bioseguridad nacional, reconoció también que la identificación del ave era falsa.
La institución remarcó que la Joe mensajera es australiana y que no representa una amenaza para la biodiversidad en Australia, por lo cual la dejarán en paz.