Desde Santa Fe
Un reconocimiento de Claudio Leoni a Omar Perotti se convirtió ayer en otro reproche político a Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz. El líder de Festram valoró la decisión del gobernador de aumentar el 200% las asignaciones familiares a los trabajadores del sector público en la provincia y romper así el “feroz congelamiento” de los montos que impusieron sus dos antecesores durante seis años: la mitad del mandato de Bonfatti y los cuatro años de Lifschitz. Y si bien aceptó que el incremento “es importante”, también advirtió que las diferencias con las cifras que paga el gobierno nacional “siguen siendo abismales”. Para explicarlo, ofreció tres ejemplos: con el 200% de Perotti, la asignación por cónyuge en Santa Fe aumentó de 40 a 120 pesos –la Nación paga 900 pesos-, la asignación por hijo pasó de 260 a 780 pesos –en la Nación es de 3.717-. Y la más insólita: la asignación por hijo en edad escolar subió de 3 a 9 pesos, que apenas alcanza para comprar “un tercio de una goma de borrar”, dijo Leoni. Y para completar la ironía, hasta mencionó la marca del borrador.
En paralelo al elogio-reclamo a la Casa Gris, Leoni adelantó que seguirán las “acciones sindicales y legales” para lograr que el gobierno de Perotti equipare “los montos de las asignaciones familiares” con los paga la Nación. Festram ya planteó una “medida cautelar” en los Tribunales de Santa Fe para “preservar la igualdad de derechos” entre los trabajadores de la provincia y sus compañeros de la Nación. Pero la jueza en lo Laboral Nº 1 Delia Biroccesi desestimó el recurso. Lo rechazó “en un tiempo récord, digno del Libro Guinnes”, criticó el secretario general de Festram. “La justicia es un valor que se perdió en el mercado”.
Perotti aumentó las asignaciones familiares en la provincia el 30 de diciembre en el decreto 2348 de política salarial que homologó los acuerdos paritarios en el sector público. “Después de más de seis años que las asignaciones familiares estén congeladas en la provincia, se dispuso un incremento del 200%”, ponderó una economista en las redes. Los seis años incluyen los últimos dos del gobierno de Bonfatti y todo el mandato de Lifschitz.
Ayer, el Festram informó que ese incremento del 200% “alcanza a los trabajadores municipales y comunales”. Los intendentes lo deben abonar en tiempo y forma y si no lo hacen, “partir de la fecha del vencimiento del pago de haberes, comienza el derecho de reclamo con retención de tareas”, precisó el gremio.
Leoni ubicó la “depreciación” de las asignaciones familiares como herencia de los ’90: de la “segunda etapa neoliberal” --como llamó al gobierno de Carlos Menem-- que impuso “un proceso de achicamiento del Estado, privatizaciones, flexibilización laboral y pérdida de derechos sociales”.
En Santa Fe, gobernaba Jorge Obeid. Perotti era uno de sus ministros. Y en ese contexto, la Legislatura no sólo autorizó “la privatización del Banco Provincial”, sino que también “otorgó al Poder Ejecutivo facultades extraordinarias, entre ellas la de fijar los valores de las asignaciones familiares”, recordó Leoni. Así salió la ley 11.410, en octubre de 1996, que facultó al gobernador “a modificar los montos” de las asignaciones familiares. “Lo que en la práctica significó un virtual congelamiento de las mismas y ajuste en los ingresos de los trabajadores”.
El último día hábil de diciembre, Perotti firmó el decreto 2348 que aumentó el 200% las asignaciones familiares a los trabajadores del Estado, “a partir del 1º de diciembre de 2020”. “Si bien el incremento es importante porque rompe el feroz congelamiento impuesto por los gobernadores anteriores (Bonfatti y Lifschitz) las diferencias con los montos que abona el gobierno nacional siguen siendo abismales”, explicó Leoni. “Mientras la Nación abona 900 pesos por cónyuge, la provincia ‘elevó su valor’ –ironizó- a 120 pesos. La asignación por hijo es de 780 pesos en Santa Fe contra los 3.717 que abona la Nación. Y la asignación por hijo en edad escolar aumentó de 3 a 9 pesos, que no llega a un tercio del costo de una goma de borrar Dos Banderas” expresó Leoni.
Festram seguirá “las acciones sindicales y legales para lograr que, al menos, las asignaciones familiares en la provincia se equiparen a los montos que paga la Nación. La medida cautelar que planteó el gremio en defensa de los trabajadores ya fue rechazada en “tiempo récord” por la jueza laboral Biroccesi. Así que ahora repetirá la demanda, pero en el fuero contencioso administrativo. “Esperamos que nos toquen jueces consustanciados con los problemas reales de los sectores del trabajo”. Porque parece que “la justicia es un valor que se perdió en el mercado”, concluyó.