El misterio alrededor de niños perdidos es uno de los tópicos más explotados en la ficción televisiva actual. Sucedan en la costa británica –Broadchurch-, los pirineos españoles –La Caza. Monteperdido- o el riñón estadounidense –True Detective 3-, impliquen a una adolescente que sobrevivió a un secuestro y asiste al FBI –Gone- o a un padre argentino tras el rastro de su hija –El jardín de bronce-. Es una premisa tan dolorosa y factible que permite un tratamiento que se cuece entre thriller y el drama familiar. The Disappearance es el último miembro de esta lista y gira en torno a lo que dispara la evaporación de Anthony Sullivan. La miniserie canadiense consta de seis episodios (va a las 23 hs por FOX Premium Series y ya está disponible en Flow).
Un niño que fisgonea en el pueblo y saca fotos inapropiadas. Llega su cumpleaños. Hay una búsqueda del tesoro que sale mal. La familia se enfrenta a una pesadilla sin fin. En esta trama espinosa tienen un lugar preponderante el padre del menor (un mortificado e impecable Aden Young de Rectify) y el abuelo del desaparecido (Peter Coyote). Como suele pasar en estos casos, el pueblo chico esconde un infierno grande y el clan familiar uno aún peor.