Desde Londres
Con un nuevo paciente internado “cada 30 segundos”, con más de la mitad de la terapia intensiva copada por coronavirus y un número creciente de casos diarios, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) “enfrenta la peor crisis de sus 72 años de historia, según Sir Simon Stevens CEO del NHS. “Los hospitales y su personal están ante una presión extrema por la covid-19. Desde la Navidad hemos visto una internación de 15 mil nuevos pacientes en Inglaterra. Eso equivale a llenar 30 hospitales con pacientes de coronavirus o a internar un paciente con el virus cada 30 segundos”, señaló Stevens a la BBC.
Los números abruman. Un relevamiento del matutino "The Guardian" este fin de semana halló que el 66% de las unidades del NHS, los Trusts, trataron más pacientes de coronavirus la semana pasada que durante el pico de la primera ola en abril. El jueves pasado hubo alrededor de 33 mil internados por el virus: en el pico de abril el número era un poco más de la mitad, 18.974 internados. En 17 Trusts hay más pacientes de covid-19 en terapia intensiva que de cualquier otra dolencia.
El doctor Rob Harwood, director de la British Medical Association, coincide que en su carrera jamás experimentó algo igual. “Tenemos ambulancias que hacen cola en los hospitales con pacientes graves que tienen que ser atendidos en el vehículo porque no hay lugar adentro. Por más que nos estamos esforzando al máximo para lidiar con esta explosión de la demanda, estamos muy cerca de quedar desbordados. Esto sin mencionar que unos 100 mil miembros del staff del NHS están con licencia, la mitad de ellos por covid”, señala Harwood.
Unos ejemplos más de esta saturación del sistema hospitalario. Un trust en Londres, el Whittington, tiene un 63% de sus camas de Unidad intensiva ocupadas por pacientes de covid-19. En algunos hospitales se han trasladado pacientes del sudeste de Inglaterra a Midlands (centro de Inglaterra), de allí al norte del país. En el hospital de Southend, en Essex, las reservas de oxígeno alcanzaron un “nivel crítico”, es decir, se encuentran al borde de la incapacidad de suministro.
En respuesta el NHS está adoptando medidas que reflejan el nivel de desesperación ante la ola de pacientes diarios, desde alquilar habitaciones de hotel hasta cancelar operaciones de cáncer, aún algunas urgentes. Este lunes los hospitales están habilitando nuevas salas de terapia intensiva para maximizar la capacidad. Según “The Economist” todo este esfuerzo tiene un precio en el tipo de atención médica que ofrece el servicio. “La esperanza es que se evite el desborde hospitalario. No sabemos si esta estrategia va a funcionar, pero si lo hace, tendrá un costo”.
En el gobierno esperan que el endurecimiento del confinamiento desde la Navidad empiece a aliviar la carga de un NHS que lleva casi un año en emergencia. Los últimos datos ofrecen cierta esperanza. El número de test positivos se ha comenzado a amesetar. La tasa de reproducción del virus está bajando en el Reino Unido, aunque todavía está por encima del 1 y tiene que lidiar con el mayor nivel de contagios de la llamada cepa británica, dominante hoy en día.
Al confinamiento y las campañas públicas el gobierno añadió este lunes un endurecimiento de los controles fronterizos para lidiar con la crisis. Todos los viajeros al Reino Unido deberán tener un test negativo 72 horas antes de su llegada y someterse a una cuarentena de 10 días. Los vuelos de Sudamérica están prohibidos. Pero el arma clave en esta carrera contra el tiempo es la vacunación.
¿Vacunación en popa?
El Reino Unido es el país de Europa que más gente ha vacunado, el segundo a nivel mundial después de Israel. Más de tres millones y medio han recibido la primera inoculación y 450 mil la segunda. Según el CEO del NHS, Sir Simon Stevens, se están vacunando 140 personas por minuto, más vacunados que nuevos contagiados.
El gobierno planea inocular a los primeros cuatro grupos de riesgo con una dosis a mediados de febrero: unos 15 millones que incluyen mayores de 70 años y la primera línea del servicio nacional de salud y los servicios sociales. A fines de marzo proyecta completar los dos grupos siguientes hasta los 50 años. “Con esto estaremos cubriendo la población de máximo riesgo”, aseguró a la BBC el canciller Dominic Raab.
En septiembre estaría toda la población inoculada. En un intento de potenciar al máximo la inmunidad en el más corto tiempo posible, se están espaciando las dosis. En vez de las tres semanas originales, se harán cada 12 semanas, medida que ha generado más polémica en el extranjero que en el Reino Unido.
El problema de estos planes es la logística que requiere el programa de vacunación más grande de la historia británica. El Reino Unido ha aprobado tres vacunas, dos en funcionamiento (Pfizer-BioNTech y Oxford-Astra Zeneca), otra en camino (Moderna). Pfizer, que comenzó a aplicarse el 8 de diciembre, anunció la semana pasada que habrá demoras en el suministro al Reino Unido y al resto de Europa.
Según Pfizer, esta demora no afectará “el suministro total del período enero-marzo”, aunque sí complicaría las entregas de este mes. Un portavoz del gobierno británico reconoció que están evaluando la situación. “Estamos en el proceso de entender la implicación de este anuncio. Pero de todas maneras seguimos con nuestro objetivo de tener los cuatro grupos prioritarios vacunados a mediados de febrero”.
Los "escenarios" de vacunación están desplegados en todo el país. A los grandes centros de inoculación y los consultorios médicos del NHS, se le suman a partir de hoy cuatro cadenas farmacéuticas. La cuestión es que, en toda esta relojería logística, no haya fallos en ningún eslabón, tarea titánica.