Suenan esos bajos, esos acordes inconfundibles, sintetizadores del amor y la penumbra, y comienza el hechizo. El sonido como una llamada, como ese recuerdo que te produce el pinchazo en el cuerpo, en el pecho y que necesitás volver a sentir, volver a escuchar. Mezcla de melancolía y fascinación. Angustia soportable y dulce éxtasis. Empalagosa y perturbadora en dosis iguales. Me hice fan de esta canción sin tener la menor idea de qué se trataba. Esperaba con ansias la aparición de ese bajo, esa llamada. Primero conocí la versión instrumental, tiempo después la canción completa y la amé para siempre.
La primera vez que escuché “Falling" ("Cayendo)” compuesta por el gran Angelo Badalamenti, con letra de David Lynch, cantada por Julee Cruise, no fue precisamente viendo Twin Peaks, la emblemática y genial serie de televisión estadounidense creada por David Lynch y Mark Frost en 1990. “Falling” en su versión instrumental, fue la cortina musical de la serie. La versión cantada es anterior, forma parte del primer álbum de estudio de Julee Cruise Flotando en la noche editado en 1989. La bella y siniestra voz de Julee con esa reverb eterna te hace literalmente flotar. Pero tampoco fue por ese disco que conocí esa música fascinante y enigmática.
Vi las dos temporadas completas de Twin Peaks por primera vez en DVD a mis 26 años. En cada capítulo que empieza, esperás ese sonido para entrar de lleno en la dimensión del sueño, el misterio y la sensualidad, en esa realidad paralela de la que sos parte cuando ves la serie y escuchás esa música. El hechizo empieza ahí, con ese sonido y sigue después de apagar la tele y cuando te vas a dormir y al día siguiente y el siguiente. La tercera temporada se estrenó en 2017 y la música de apertura sigue siendo la misma. Imposible que fuera otra.
A mis 13, año 1993, todavía lejos de saber quien era Badalamenti, escuchaba su música en el contexto más insospechado. La TV argentina estrenaba la telenovela Celeste siempre Celeste, y yo la veía. Por esa época, estudiaba piano y hacía teatro. Tocaba piezas clásicas y algún que otro blues, amaba a Billie Holliday y a Martha Argerich, escuchaba Whitney Houston y Gal Costa con mi mamá, Duke Ellington con mi papá en el piano, grababa cassettes cantando "La Petaquita" de Violeta Parra y hablando pavadas, cantaba canciones de misa en el colegio de monjas y Roxette con mis amigas. Sumada a esa ensalada bizarra de estímulos múltiples, estaba “Falling”, para mí “la música de Celeste siempre Celeste” (que Angelo y David me perdonen) asomándose en todos los momentos de suspenso de la novela y cautivando mi sensibilidad preadolescente. La esperaba con ansias. Tún taan tan, ta tún taan tan / tún taan tan, ta tún taan tan. Flechazo instantáneo cada vez.
La letra dice: ... cayendo, cayendo, cayendo en el amor... como en una trampa o un hechizo. "Falling in love" en su traducción al español resulta literal en este sentido, como “falling asleep”: enamorarse es caer en el amor, dormirse, caer en el sueño. Se pierde el control, la realidad se altera. No dejes que te lastimen esta vez, nos alerta y continúa: el cielo sigue siendo azul, las nubes van y vienen, las estrellas brillan intensamente, las montañas siguen siendo altas. Todo se ve igual… pero algo es diferente “¿Estaremos cayendo en el amor?”
Al escuchar "Falling" en su hábitat de origen, fui presa de una especie de déjà vu que terminé de descifrar hace relativamente poco. Este salto temporal tipo flashback, no funcionó precisamente como indicio de mundos alternativos ni como interruptor sueño - vigilia al estilo David Lynch. Por más fascinación que me produzca el asunto de las realidades paralelas, de más está decir que “Falling” no produce el mismo efecto con Laura Palmer que con Celeste.
Material para fans: los sintetizadores de “Falling”, fueron grabados por Kinny Landrum y Badalamenti, utilizando un Roland D-50 para el bajo a partir de una guitarra sampleada, un Roland MKS-70 para las cuerdas y un Yamaha DX7 para los teclados. Hace unos años, tocamos "Falling" en vivo con mi banda de entonces "Vigilante Margarita”. Hacíamos todas canciones propias, pero acabábamos de ver la serie y nos moríamos de ganas de tocar ese tema. Conseguimos la partitura y la tocamos sólo esa noche, para desconcierto del público presente. Un gusto que nos dimos, un placer efímero. Con Sr Woman, mi banda de ahora, le hacemos un mini homenaje a “Falling” en uno de nuestros temas. Cada tanto alguien escucha y se da cuenta. En mi set actual cuento con un teclado Yamaha reface DX, versión miniatura del legendario DX7, sinte FM de los 80 que adoro. Cosas de fan.
Fui cayendo...como canta Julee Cruise en "Falling", como pasa en el amor. Cuando estás cayendo, ya caíste, y no hay más remedio que caer hasta el final.
Guillermina Etkin es compositora, tecladista, cantante y performer. Nació en Buenos Aires en 1980. Compone música original, diseña sonido y toca en escena en obras de teatro, danza y cine. Su música incluye canciones, piezas electroacústicas, música electrónica, experimental e improvisación. Estrenó obras en el Teatro Cervantes, Teatro San Martín, Teatro Argentino de La Plata y en teatros del circuito independiente de Buenos Aires. Estudió Piano y Composición con Carmen Baliero y Composición con medios electroacústicos en la Universidad Nacional de Quilmes, donde es docente. Con su banda Vigilante Margarita, junto a Cecilia López y Cecilia Grammatico, editaron un disco homónimo en 2013. Con Sr Woman, trío con Carla Crespo y Wo Portillo del Rayo, lanzarán su primer álbum en 2021. Integra el colectivo MUX (Músicxs Escénicxs). Entre sus últimos trabajos pueden verse la obra Asteroide, fin de un mundo imposible de María Zubiri, dirigida por Cecilia Meijide (youtube Cervantes online - ciclo Nuestro Teatro 2020) y una pieza audiovisual creada para el ciclo Situaciones - Música 2020 del CCK (youtube Centro Cultural Kirchner). ig @guillerminawi