Durante la pasada madrugada, concretamente a las 01:19 horas de España, el cielo de Galicia se iluminó durante unos segundos por una bola de fuego que pudo verse desde distintos puntos de la región. El fenómeno lo produjo un bólido o meteoroide, un fragmento de un cuerpo espacial, que es de un tamaño inferior a un asteroide, que arde al entrar en la atmósfera y se desintegra, generando, en muchas ocasiones, un gran resplandor, provocando lo que se conoce como meteoro.
Según la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos (SPMN), estos fenómenos suelen ser producidos por "rocas desprendidas de asteroides, cometas o, más raramente, de la Luna o Marte". La luz generada por la bola de fuego se produjo acompañada por un gran estruendo que alertó a varias personas que fueron testigos del estallido de la roca espacial.
Este superbólido ha sido detectado por las estaciones de SPMN, que está trabajando para conocer la trayectoria del meteoroide. "Estampido sónico audible sobre varias ciudades del noroeste de España (Castilla y León y Galicia). Ahora, trabajando en la reconstrucción de su trayectoria y determinación de la órbita", ha señalado el astrofísico y científico Josep Maria Trigo.
El resplandor fue captado en lugares como Vigo, Ourense, Santiago, Pontevedra o Chantada. El fragmento habría cruzado Galicia, la zona del Bierzo leonés y el norte de Portugal.
Usuarios de Twitter reaccionaron después de presenciar el suceso y algunos publicaron imágenes del momento en el que se produjo el bólido. Uno de ellos se atrevió a dibujar la posible trayectoria del meteoroide atendiendo a los testimonios de los perfiles que aseguraron haber visto la bola de fuego.
No obstante, existen diferencias entre los meteoroides, bólidos, meteoros y meteoritos. Los primeros son fragmentos espaciales más pequeños que los asteroides. Si este fragmento espacial entra en contacto con la atmósfera, comienza a arder hasta desintegrarse generando un bólido. Si la roca del espacio se desintegra por completo en la atmósfera y no llega a impactar en el suelo de la Tierra, el fenómeno sería entonces un meteoro. Pero si finalmente el fragmento colisiona en la superficie terrestre, ya se podría hablar de un meteorito.
De Público, especial para Página/12