Desde Roma
El gobierno de centroizquierda (Partido Democrático y Movimiento Cinco Estrellas principalmente) conducido por Giuseppe Conte consiguió el lunes el voto de confianza de la Cámara de Diputados, primer paso en la batalla para reconstituir su autoridad luego de que hace cinco días lo pusiera en crisis la retirada de la coalición gubernamental de parte de Italia viva (Iv), por decisión de su máximo dirigente el exprimer ministro Matteo Renzi. Pero la batalla no ha terminado porque Conte deberá presentarse el martes ante el Senado para obtener también allí el voto de confianza y recién entonces, si lo consigue, el gobierno podrá seguir adelante.
Conte obtuvo 321 votos a favor (la mayoría necesaria era de 315 votos) y 259 votos en contra además de 27 votantes que se abstuvieron. El resultado, tal vez más de lo que se esperaba, contó con el voto a favor incluso de algunos exponentes del centroderecha, como la conocida diputada de Forza Italia (el partido de Silvio Berlusconi), Renata Polverini, quien se dijo convencida que "mandar el país a elecciones mientras los italianos esperan del Parlamento indicaciones para salir del tunel de la crisis económica y de la pandemia, sería un gesto irresponsable”.
“No tengo nada contra Conte - dijo Renzi que desató la crisis retirando las dos ministras y un subsecretario que tenía su partido en el gobierno- pero si durante seis meses haces una propuesta importante y no te escuchan, hay dos alternativas: la primera es hacer como si nada hubiera sucedido. La segunda es que yo no seré corresponsable del más grande desperdicio de recursos de la historia”. Renzi se refería al MES un crédito que da la Unión Europea (UE) a los países que tienen problemas sanitarios y que Iv quería pedir a la UE a toda costa. Dado que es un préstamo que hay que devolver con intereses, el gobierno no lo aceptó ya que está preparando el plan de aplicación del Recovery Fund, varios miles de millones de euros que la UE asigna a los países miembros en crisis por la pandemia, una parte como subvenciones y otra como préstamos.
Conte se presentó a las 12hs ante la Cámara de Diputados para defender su gobierno y hablar del programa que pretende llevar adelante. Fue aplaudido repetidas veces por sus partidarios, pero también interrumpido por los gritos de la oposición de centro derecha que levantaba carteles que decían: “Conte renunciá”. La coalición de centro derecha, de la que participa Forza Italia de Silvio Berlusconi pero también la ultraderechista Liga de Matteo Salvini, quiere ir a elecciones a toda costa, seguros de que así conseguirán el gobierno.
En su discurso Conte definió la pandemia como “un desafío epocal” y confesó haber sentido “un cierto malestar” cuando se produjo la crisis “en esta fase crucial de nuestro país y cuando la pandemia todavía está en curso”. “¿Había necesidad de una crisis en esta fase? No”. Esta crisis “ha abierto una herida profunda y ha provocado consternación en todo el país”. “Llegados a este punto, no se puede borrar lo que ha ocurrido. Tenemos que cambiar página”, dijo aludiendo a la decisión de Renzi con el cual, por lo visto, el gobierno no estaría dispuesto a negociar.
En los meses dramáticos de la pandemia, “esta mayoría (por el gobierno) ha demostradouna gran responsabilidad, logrando una convergencia de los puntos de vista pero también una capacidad de resolución en los momentos más difíciles”, continuó. Este país “merece un gobierno unido y dispuesto a trabajar en favor de los ciudadanos”, porque se debe “trabajar todos juntos para llevar al país fuera de la pandemia”, añadió Conte que habló más de 45 minutos presentando un detallado programa de medidas por tomar. “Debemos completar el Recovery Plan -plan de aplicación de los fondos del Recovery Fund que debe ser presentado a la UE- y cuando recibamos las sugerencias y propuestas de los parlamentarios y de los sectores sociales, haremos la versión definitiva”, concluyó el primer ministro que antes hizo una llamado a las fuerzas europeístas, socialistas, populares, liberales y antisoberanistas, a colaborar con el gobierno para “partir nuevamente con la máxima aceleración”.
“El PD ha sido la fuerza que más ha trabajado para superar los problemas políticos, para construir alianzas nuevas y competentes. Estamos orgullosos de eso. Pero quien rompe y aisla, hace ganar a la derecha”, comentó por su parte el secretario del PD, Nicola Zingaretti. “EL PD está haciendo de todo para defender los intereses de los italianos que en esta situación son mucho más vulnerables”, agregó.
“No dejaremos a los italianos en manos de personas irresponsables”, escribió por su parte en Facebook el ministro de Relaciones Exteriores y exdirigente del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Luigi Di Maio. PD y M5S son los principales partidos de la alianza del actual gobierno. Ante las dos Cámaras, lunes y martes, se presentó y se presentará “un proyecto concreto con una visión ambiciosa de nuestro futuro. Y precisamente para este proyecto pediremos el apoyo de quien puede ofrecer su contribución para la reconstrucción de Italia. Este es el momento de elegir de qué parte estar: del lado de los constructores o del de los destructores”, enfatizó Di Maio.
Conte se presentará el martes por la mañana en el Senado que también deberá emitir su voto de confianza para saber si el gobierno puede o no continuar su trabajo. Según las leyes italianas, el premier debe obtener la confianza en las dos Cámaras pero basta una mayoría simple en este caso, es decir más votos a favor que contra. La cantidad de votos, no obstante, será un indicador para el presidente de la República, Sergio Mattarella, que deberá decidir si son suficientes para darle estabilidad al gobierno. Siempre existe el riesgo de ir a nuevas elecciones en junio.
Pero si Conte consigue el voto de confianza en las dos Cámaras, según los analistas, tendrá más o menos un mes para consolidar el gobierno, reorganizando al gabinete de ministros, antes de enviar el Recovery Plan para su aprobación definitiva al Parlamento.