“Los vecinos, en este acto, pedimos justicia para Fernando, pedimos que todos los responsables sean condenados a cadena perpetua”. Sabrina Pereyra, vecina de Villa Gesell, se lo dijo a Página/12, durante el homenaje a Fernando Báez Sosa realizado en la ciudad balnearia, al cumplirse un año del asesinato del joven de 18 años. Al mismo tiempo se confirmó que ya se elevó a juicio la causa penal, en la que la fiscalía imputa a los ocho rugbiers detenidos por el delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado” de los acusados.
En declaraciones a este diario, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, estimó que “el juicio oral podría realizarse este año, esa es la idea, pero depende de cómo llevemos la pandemia y que se pueda llegar a hacer para cumplir con los plazos procesales”. Escoda señaló que la calificación del hecho determina que los ocho imputados podrían ser condenados “a cadena perpetua”.
La fiscalía, en cambio, pidió la absolución de los otros dos sospechosos, Juan Guarino y Alejo Milanesi. En el caso de Milanesi, los abogados de la familia solicitaron que él también sea acusado como coautor del crimen “por las lesiones que presenta en una de sus manos (presuntamente por golpear a la víctima) y porque se lo advierte en una situación violenta en los momentos previos al hecho".
Los ocho detenidos son Máximo Pablo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Franco Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Michael Viollaz, Lucas Fidel Pertossi y Luciano Pertossi. Respecto de Guarino y Milanesi, la fiscalía dice que “no tiene elementos de prueba que confirmen su presencia en el lugar del hecho” y por ese motivo solicitó su absolución.
Fabián Améndola, uno de los abogados querellantes, le confirmó a Página/12 que ellos insisten en la acusación contra Milanesi por su participación en el homicidio doblemente agravado de Fernando. El requerimiento de elevación a juicio está ahora en manos de la defensa, que tiene tiempo hasta febrero para expedirse sobre la acusación. Escoda recordó, además, que las normas vigentes en la Justicia bonaerense determinan que “se tiene que hacer un juicio por jurados (populares), pero la defensa puede plantear que se haga con intervención de un Tribunal Criminal; ellos son los que lo determinan porque tienen ese derecho”.
El acto en recordación de Fernando se hizo en el santuario ubicado en la avenida 3, entre Buenos Aires y Paseo 102, frente al boliche Le Brique. Allí está el árbol, al pie del cual cayó muerto Fernando, luego de ser golpeado por el grupo de rugbiers, a la salida del local bailable. En forma previa al homenaje de las vecinas y vecinos nucleados en el grupo “Justicia por Fernando”, la Municipalidad local colocó una segunda placa recordando al joven asesinado.
Sabrina Pereyra, una de las organizadoras del acto, le dijo a este diario que “todos los que participamos del grupo pedimos que sean condenados a perpetua”. También reclamaron que “se mantenga el santuario, porque cuatro comercios locales nos han sacado todos los mensajes y las prendas de amor que deposita la gente de Gesell y los turistas”. Explicó que fue “una lucha porque nosotros volvíamos a colocar las fotos, los mensajes, al punto que tuvimos que hablar con esos cuatro comerciantes para que no nos molestaran más”.
En el árbol, las vecinas --un solo hombre participa activamente en el grupo-- instalaron una pantalla en la que mostraron unos videos que prepararon para recordar al joven asesinado. “Nosotras invitamos a los padres de Fernando, pero ellos nos agradecieron y nos dijeron que están muy doloridos como para poder estar presentes acá”.
Sabrina recordó que “todos los 18 de casa mes hacemos un acto, pero todos los días se suman cartas, fotos, flores, para Fernando, porque para nosotros es muy triste lo que ha pasado y no podemos olvidarlo, por eso exigimos que se haga justicia, que se los condene como ellos merecen por lo que hicieron”.
Con posterioridad, en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, en avenida Buenos Aires y Paseo 101, se hizo una misa en recordación del joven asesinado que fue presidida por Gabriel Mestre, de la Diócesis de Mar del Plata. En el día previo al aniversario, los padres de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez, participaron todo de una jornada de colecta solidaria que se organizó en su memoria en el Parque Rivadavia, en el barrio porteño de Caballito. Reunieron alimentos no perecederos, útiles escolares y ropa que serán entregados a la ONG 18 de Diciembre y a las obras de caridad del Colegio Marianista, al que concurría Fernando.
En la acusación contra los ocho detenidos por el crimen de Fernando, la fiscal Verónica Zamboni sostiene que todos ellos, en la madrugada del 18 de enero de 2020, “acordaron darle muerte” al joven y con ese fin “previamente distribuyeron funcionalmente sus roles comisivos” para ejecutarlo. La decisión que tomaron fue porque antes, en el interior de Le Brique, “tuvieron un altercado con la víctima”. Por eso motivo, los encargados de seguridad expulsaron del local, tanto a los rugbiers como a Fernando y los amigos que lo acompañaban.
Thompsen, Ciro Pertossi, Comelli, Benicelli y Cinalli, primero atacaron a Fernando cuando estaba “de espaldas e indefenso, y de esta manera actuaron sobre seguro en virtud de la superioridad numérica y física”. Acto seguido “le propinaron golpes de puño en su rostro y cuerpo, tanto a él como a sus amigos, producto por el cual Fernando cae al suelo arrodillado , y luego inconsciente, cumpliendo de ese modo con el plan premeditado, dividiéndose las tareas previamente pactadas”.
Luego, cuando la víctima estaba tirado en el suelo, “le propinaron varias patadas en su rostro y cabeza, provocándole lesiones internas y externas, las que provocaron su deceso en forma casi inmediata”. Y le gritaban al chico asesinado por ellos: “Cagón, levantate” y “a ver si volvés a pegar, negro de mierda”. A uno de los amigos de Fernando que intentó defenderlo, le gritaron: “Quedate tranquilo que me lo voy a llevar de trofeo”.
Sobre Viollaz, Lucas y Luciano Portossi, se dice que “también participaron de la agresión para dar muerte” al joven de 18 años. “ya que ellos rodearon tanto a Fernando como a sus amigos”, impidiendo que el joven asesinado pudiera defenderse o ser defendido por sus amigos, que también fueron golpeados.
Los tres rugbiers mencionados “golpearon a los amigos de Fernando” provocándoles lesiones a cinco de ellos. Por esa razón, Viollaz, Lucas y Luciano Pertossi, además del homicidio, deberán responder por el delito de lesiones.