El término Apocalipsis significa revelación. Es decir un tiempo en el que todo queda al desnudo, momento en el que las palabras se agotan.
Los recientes bombardeos sobre una región de Siria y el lanzamiento sobre el territorio de Afganistán de la bomba más poderosa de su arsenal no nuclear por parte del Estado norteamericano, encabezado por el presidente Donald Trump, son acontecimientos que no pueden ser soslayados.
En efecto, los hechos arriba enunciados y las declaraciones acerca de Corea del Norte, ha generado un gran impacto en el escenario político internacional. El gobierno de China ha movilizado ya tropas hacia el Este y el primer mandatario de Rusia Vladimir Putin ha puesto en alerta a las fuerzas armadas de ese país.
Desde el 11 de setiembre de 2001, luego del ataque a las torres gemelas del Wall Trade Center. EEUU ha proclamado "su guerra contra el mal", esto implica una guerra global, sin límites. Diversos presidentes norteamericanos tales Clinton, Bush Jr., Obama y ahora Trump no han dejado de atacar poblaciones en Asia y Africa.
¿Estaremos en la antesala de una nueva hecatombe mundial?
La respuesta a esta pregunta no es sencilla ya que es inquietante.
Lo cierto es que una vez más se confirma aquel aserto que señala que el sistema del capital-mercancía busca resolver sus crisis destruyendo fuerzas productivas, lo que por supuesto incluye a la fuerza de trabajo, es decir a las vidas humanas.
Sombrío presente, señal de alerta para el conjunto de las mujeres y hombres de todo el mundo.