Luego de poco más de un año de una gestión gris, con escasos resultados y dejando varios frentes abiertos con jugadores clave del sector, Guillermo Nielsen fue desplazado de la presidencia de YPF. La principal característica de sus meses al frente de la petrolera nacional fue el aumento de los combustibles. Quien lo reemplaza es un funcionario que conoce el sector, Pablo González, diputado de Santa Cruz y ex vicegobernador de esa provincia en el mandato anterior de Alicia Kirchner.
En esa tarea, González tuvo un papel muy importante en la cuestión económica provincial y en la negociación con firmas petroleras y gremios del sector. Pese a que gran parte de los medios conservadores empezaron a realizar el análisis vulgar de esos cambios ("avance de CFK"), lo cierto es que YPF necesitaba a la cabeza de la conducción alguien que conociera la actividad y no un político más preocupado en lo que diga el mundo empresario y mediático que de la cuestión energética.
Es probable que Nielsen termine en una embajada, destino que estuvo en sus aspiraciones en el segundo mandato de CFK, objetivo que no consiguió y, a partir de ese momento, se convirtió en opositor. El arribo de González a la conducción de YPF podría demorarse, ya que actualmente se desempeña como diputado y deberá realizar el trámite para formalizar su salida de la Cámara baja. En cuanto a Nielsen, si bien dejará su cargo, hasta que eso ocurra seguirá negociando la reestructuración de la deuda de la petrolera
Nielsen abandona la empresa en medio del megacanje de 6200 millones de dólares de deuda que lanzó la petrolera hace dos semanas. El exsecretario de Finanzas durante el gobierno de Néstor Kirchner presentó el plan de reestructuración que inicialmente fue rechazado por los acreedores, lo que motivó un rápido ajuste en la propuesta. La firma había ofrecido hacer un canje de siete obligaciones negociables con plazos de pago entre 2021 a 2047. A cambio de estos títulos la firma busca darles a los inversores que acepten la propuesta de una canasta de bonos con tres combinaciones.
En el mercado energético reconocen a González como un político que sabe del sector. Su currículum muestra que se desempeñó en el sector energético como director de la distribuidora de gas de Santa Cruz, Distrigas, y como asesor legal y gerente de Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE), la compañía provincial encargada de la distribución de electricidad y del saneamiento.
Estaba nombrado hace poco más de una semana y se mantuvo en reserva para dejar que se lance la operación de canje de deuda de la petrolera. En el ambiente petrolero se reconoce a González como un entendido en el área de producción. "Sabe trabajar en territorio", como se dice en el sector. Le adjudican un rol central en solucionar uno de los grandes conflictos gremiales de petroleros en 2010/2011 en la Patagonia. Además tiene experiencia en la renegociación de regalías al conocer mucho los números de las petroleras
En el área política fue senador nacional (2011-2015), consejero de la Magistratura de la Nación (2014-2015), jefe de Gabinete de Ministros de Santa Cruz (2008-2011), fiscal de Estado (2003-2007), y diputado provincial (2007). Entre 1999 y 2003 ocupó la subsecretaría de Recursos Tributarios de la provincia, cuando gobernaba el expresidente Néstor Kirchner.
Además de su papel para ordenar un área estratégica, el desembarco de González en YPF resulta muy imprtante en un año en que la política energética será clave para generar las bases de la recuperación económica. Con buena relación con el secretario de Energía, Darío Martínez, exdiputado por Neuquén, ahora la orientación política es homogénea para negociar con petroleras y gremios.
En ese sentido, los cambios en YPF y en Energía están en línea con la dirección de Ieasa (ex-Enarsa), la empresa energética estatal encargada de las importaciones de gas, donde también están dos funcionarios que trabajaron hasta 2019 en Santa Cruz: Andrés Cirnigliaro, como presidente, y Agustín Gerez, como subgerente general.
En Casa Rosada explicaron que el objetivo del cambio en YPF es fortalecer Vaca Muerta y que el crecimiento de YPF esté vinculado a la actividad de ese yacimiento, pero sin descuidar el resto del negocio. González “es una de las personas mejores preparadas para esta etapa”, afirmaron.