El mundillo del cine sigue convulsionado por al desplazamiento de Alejandro Cacetta, director del Incaa y por el intento de sacar de sus funciones a Pablo Rovito, director de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc). Mientras siguen los ecos de la asamblea de artistas, directores y productores cienmatográficos que pidió la renuncia del ministro de Cultura, Pablo Avelutto, desde el gobierno redoblaron las acusaciones sobre la transparencia del organismo. Laura Alonso y Hernán Lombardi tomaron la palabra en esa línea. Desde la industria, Adrián Suar y Lucrecia Martel, en cambio, reivindicaron a Cacetta.
El gobierno sigue justificando la salida de Alejandro Cacetta del Incaa y lo hizo a través de Laura Alonso, la responsable de la Oficina Anticorrupción: "No se trata de un nombre o de una persona que dejó su cargo sino de encarar una reforma completa del Incaa, porque hay muchas áreas opacas”.
Cuando se confirmó el desplazamiento de Cacetta, tras un informe divulgado en el programa “Animales sueltos”, Alonso se apuró a tuitear: “En @OA_Argentina no sólo se investiga, también se piensan soluciones. Estamos deseosos de trabajar en un plan de transparencia para el INCAA”. Ahora dice que su organismo tabajará "en cómo transparentar al máximo el otorgamiento de subsidios, la evaluación y el control del destino de esos recursos públicos y quiénes están en el registro de aspirantes a obtener esos subsidios". Además, dijo que la OA recibió del Instituto “varias cajas y hay que analizarlas".
El desplazamiento de Cacetta ha sido ampliamente criticado por aquellos que están lejos de adscribir o siquiera mostrar una mínima simpatía por el kirchnerismo. Adrián Suar, gerente de programación de Canal 13 manifestó: “Creo y confío en la honestidad, capacidad de trabajo y eficiencia de Alejandro Cacetta al frente del Incaa. Todo mi apoyo para él”.
También se expresó la directora Lucrecia Martel. "No entendemos por qué el nombre de Cacetta es cuestionado y mancillado en los titulares por un informe periodístico de cuarta diciendo cualquier cosa sin ningún conocimiento sobre cuál es la realidad del cine argentino", dijo la directora de la inminente y esperada adaptación de Zama. “Pienso que el problema de este país es la ignorancia y no la maldad. Fantino y Feinmann son dos personas ignorantes de lo que pasa en el cine y salieron a maltratar de una manera baja a una persona que nosotros queremos y respetamos”, agregó.
Por su parte, Hernán Lombardi, titular de Medios y Servicios Públicos, estimó que en el Incaa “hay un bolsón de corrupción muy fuerte y me parece que puede haber un debate sobre cómo es el ritmo de la transformación". Agregó que considera a Cacetta y el ministro Pablo Avelluto (impulsor de su salida) “dos tipos de una extremada honorabilidad”.
Los productores salieron a apoyar al cesanteado funcionario, hubo una asamblea en el Gaumont que pidió la renuncia del ministro Avelluto y hasta periodistas oficialistas como Gustavo Noriega criticaron la medida. Luis Puenzo, el director de La historia oficial, el primer film argentino en ganar el Oscar, planteó que detrás de la salida de Cacetta hay un proyecto de desmantelamiento del cine argentino.
El objetivo serían los millonarios fondos del Fondo de Fomento Cinematográfico, que recauda de la facturación publicitaria. En el medio, estuvo la propuesta de FIEL de suprimir el 10 por ciento de las entradas de cine que se destinan a ese Fondo.