Stacey Mei Yan Fong nació en Singapur, pasó su niñez en Hong Kong y, llegado el momento, mudó sus petates a Estados Unidos para asistir al Savannah College of Art and Design, en Georgia. Hoy día, cuando no está diseñando bolsos y accesorios, da rienda suelta a su segunda pasión en los fogones de su departamento en Brooklyn, donde actualmente reside. Y es que, en pos de “aprender más sobre el país que adopté como hogar”, la muchacha comenzó el proyecto 50 Pies / 50 States, donde intenta capturar la esencia de cada estado norteamericano a través de… tartas. Tartas honeadas, con sabores intencionados, bien definidos. Cual chef amateur, Fong investiga cuidadosamente cada región antes de volcar sus sabrosas mezclas sobre la masa: se da a razón de un mes por estado para conocer y manejar al dedillo sus productos característicos y decantarse, ingredientes mediante, por un concepto. Sin limitarse nunca jamás a versiones estándar, dicho sea de paso: lo suyo es la invención dulce y salada, no la réplica de platos populares…
Puede que Texas sea conocido por sus barbacoas y sus nueces de pecán, pero es otro producto ingrediente al que la cocinera le echó el ojo: el pomelo Ruby Red, que utilizó para crear una mezcla cremosa, rematada con jalapeños confitados (“porque en esta zona nunca puede faltar el picante”). Tampoco basó su tarta sobre California en el aguacate, aunque sea la fruta oficial del estado: se centró, en cambio, en delicias del Valle de Napa para hacer “un pastel de alcachofas con corteza de hierbas y reducción de vino tinto”. Para homenajear a Nevada, Fong se inspiró en los tenedores libres de Las Vegas con su desbordante oferta, creando una exuberante versión donde cada rebanada es un plato en sí mismo: en una, mezcla tipo ensalada César; en otra, a base de cangrejo con mantequilla de hierbas; o frutas glaseadas; o mousse de chocolate… “Quería capturar la cultura del exceso que representa el lugar”, señala quien comparte el proceso de horneado con imágenes en su sitio, a la par que puntualiza qué fue aprendiendo a lo largo de sus indagaciones. Cómo, por ejemplo, se contactó con un chef sioux de Dakota del Sur y, aprendiendo parte de la tradición culinaria de este pueblo originario, creó un pastel de arroz con leche silvestre, compota de bayas, crujiente de semillas de calabaza…
Según Fong, después de todo, el proyecto “es una manera lúdica y deliciosa de explorar la idea de pertenencia”, y tantísimo le gustaría que acabara siendo un libro de cocina que no solo incluyera las recetas sino la información que ha recabado en los últimos años. Por lo pronto, ha hecho 44 de los 50 pasteles previstos para finiquitar 50 Pies / 50 States, habrá que ver con qué se inventa para los restantes seis…