BlackRock es la empresa de gestión de fondos más importantes del mundo: invierte el dinero de instituciones y clientes particulares de Estados Unidos por una cifra equivalente a 10 veces el PIB de Argentina. Ofrece distintos servicios entre los que se destaca la elaboración de carteras de inversión basados en los modelos de paridad de riesgo. Se trata de una estrategia que apunta a diversificarse no sólo en acciones y bonos sino que se contempla la compra de activos que imitan el precio de las materias primas, los inmuebles y la inflación, entre otros. El mantenimiento de esta clase de carteras requiere comprar y vender instrumentos financieros permanentemente para moderar la volatilidad y limitar las pérdidas.

 Los grandes bancos de inversión como JP Morgan y gestoras del estilo de BlackRock manejan clientes con cuentas de varios millones de dólares. Acceder a los servicios de gestión de riesgo de estas entidades implica un depósito inicial de 100.000 a 1.000.000 de dólares. Para los inversores de la Argentina es aún más complicado porque deben abrir una cuenta en Estados Unidos y transferir esa cifra, operación que tiene costos de envío y mantenimiento.

 Las nuevas tecnologías digitales y de automatización empiezan a generar mecanismos para que el pequeño ahorrista use sin costo las mismas estrategias financieras que el 1 por ciento más rico de la población. La industria del robo-advisor ofrece asesoría automatizada (sin vendedores humanos de carteras financieras) para que cualquier individuo con acceso a internet pueda seleccionar las opciones que mejor se adaptan a sus preferencias de riesgo y retorno. “Los individuos sin grandes conocimientos en finanzas ya no tienen que acudir a un asesor de los grandes bancos para que con un software que nunca muestran les armen una cartera adecuada a las preferencias de riesgo y retorno del cliente”, dijo a Cash Nicolás Galarza, dueño de Quiena.com. Agregó que “ahora se puede acceder gratis al modelo estándar de inversión que usa la industria financiera tradicional para administrar el dinero de los ricos (clientes de más de un millón de dólares). No hay asesores ni vendedores y los algoritmos se ocupan de todo”.

 La automatización de las carteras resulta interesante porque le permite a un inversor pequeño armar una estrategia de inversión idéntica a la que sigue un cliente del Merrill Lynch con una cuenta de 10.000 millones de dólares. Betterment y Wealthfront fueron dos de las empresas que empezaron a ofrecer en forma gratuita la gestión automatizada de los riesgos en los últimos años. Quiena.com es una de las firmas pioneras en la Argentina y la región. Esta empresa apunta principalmente al segmento de pequeños ahorristas y les permite empezar a invertir transfiriendo por ejemplo 500 o 1000 dólares con la tarjeta de crédito. Desde la plataforma web de la firma, el ahorrista tiene la posibilidad de seleccionar diez niveles de riesgo y retorno que está dispuesto a tener en el próximo año y, en base a esa elección, los algoritmos de Quiena.com construyen una cartera con distintos activos como oro, materias primas agropecuarias, acciones de la bolsa de Nueva York, bonos de América latina y cotizaciones de divisas, entre otros. Los costos de mantenimiento de la cuenta en empresas de la industria robo-advisor son hasta cinco veces menores a los de la banca tradicional y cobran comisiones por operación que tienden a cero