La crisis por escasez de tubos de oxígeno en los hospitales de Amazonas provocó la muerte de 51 personas. Pese a las nulas relaciones diplomáticas entre los países vecinos, el estado brasileño recibió el apoyo del gobierno de Venezuela, que envió unos 136.000 metros cúbicos de oxígeno (cinco camiones cada uno cargado con cerca de 25.000 metros cúbicos de oxígeno) que llegaron a la capital de Amazonas, Manaos. Según el secretario de Salud del estado de Amazonas, Marcellus Campêlo, “nosotros aún estamos reequilibrando la red, y (la carga) ayudará mucho en el equilibrio, sobre todo en este momento que tenemos una elevación de casos en el interior".
Brasil, el segundo país con más muertos por coronavirus después de EEUU, atraviesa la segunda ola de la pandemia que ya deja más de 211.000 muertos y unos 8,5 millones de infectados. Sin embargo, en medio de la crisis sanitaria del estado norteño, el mandatario Jair Bolsonaro ha llegado ha decir que la muerte de personas mayores y con enfermedades crónicas “es la ley de la vida”. Bolsonaro tampoco ha mantenido buenas relaciones con su homólogo venezolano, el año pasado ordenó el retiro del personal diplomático en Venezuela. En la página web del ministerio de relaciones exteriores de Brasil, la sección de relaciones bilaterales Brasil y Venezuela permanece vacía desde el 25 de noviembre de 2020.
Mientras tanto, la semana pasada al conocer la crisis en el estado de Amazonas, el presidente venezolano Nicolás Maduro junto a su canciller, Jorge Arreaza se pusieron en contacto con las autoridades del estado de Amazonas para poner a disposición el oxígeno para mitigar la crisis sanitaria que atraviesa el estado.
Sobre el envío de tanques de oxígeno del país vecino, Bolsonaro sólo bromeó al respecto y llamó “idiotas” a las personas que elogiaron la ayuda del mandatario de Venezuela.
Sólo en la región de Amazonas, ya han muerto 6.450 personas y se confirmaron casi 233.971 casos de covid-19. La crisis hospitalaria ya obligó al traslado de pacientes incluyendo 60 bebés prematuros a otros estados de Brasil. También dio lugar a escenas desesperantes. Personas que directamente murieron en sus casas y sin la ayuda médica necesaria por falta de lugar en los hospitales. Picos de entierro en la ciudad de Manaos, que concentra la mayor cantidad de muertes por coronavirus de Amazonas.
Según datos del gobierno regional, debido al alto número de pacientes internados por coronavirus aumentó el consumo diario de oxígeno que llegó a 76.000 metros cúbicos diarios, tres veces más de lo que se registró cuando la ciudad de Manaos también atravesó una crisis sanitaria durante la primera ola de la pandemia en marzo de 2020. Tras conocerse la crítica situación del estado de Amazonas, se realizaron una serie de cacerolazos en Rio de Janeiro, Brasil y San Pablo en contra el presidente Jair Bolsonaro, que pronto cumplirá un año de escepticismo sobre la pandemia.