Tras el asesinato en mayo de 2013 de Claudio "Pájaro" Cantero, uno de los jefes de Los Monos, se desató una seguidilla de homicidios por presunta venganza. A pesar de la espectacularidad de algunos de esos crímenes y su resonancia mediática, los asesinatos con sello narco "sólo explican el 20 por ciento del total", dijo a Télam el diputado provincial Carlos Del Frade (FSyP), al recordar datos brindados a fines de 2015 por el entonces gobernador santafesino Antonio Bonfatti. "Nadie puede vincular directamente el crecimiento de la tasa de homicidio con el crecimiento del narcotráfico, porque otras ciudades tienen problemas de similar intensidad en relación al narcotráfico y sin embargo tienen tasas de homicidios mucho más bajas", coincidió el ex Defensor General de Santa Fe, Gabriel Ganón, para quien "el crecimiento de la violencia letal en Rosario tiene que ver con el pésimo funcionamiento de la administración de Justicia".
Ganón señaló que en la comparación con provincia de Buenos Aires, "así como la tasa de homicidios en Rosario es más alta, la tasa de castigo también es menor". El ex Defensor identificó otros dos factores que explican, desde su óptica, la alta tasa de muertes violentas en Rosario: "La proliferación de armas de fuego y el crecimiento de la bandas delictivas, pero con mucho menor impacto del que se cree".
Sobre el primer aspecto dijo que "en Rosario hubo un crecimiento exponencial de la proliferación de armas" vinculadas a "las que pierde la policía en supuestos robos", que en 2013 registró un extravío cada tres días. Datos brindados por el Ministerio de Seguridad provincial, revelan que en 2015 se secuestraron 950 armas de fuego y el año pasado fueron 973; mientras que el 75 por ciento de los crímenes de 2016 fueron cometidos mediante el uso de armas de fuego.
En cuanto al factor narco, que puso a Rosario en la agenda pública nacional en los últimos años, para Del Frade el fenómeno obedece a "la síntesis de las rutas narcos, que coinciden en Rosario". Se trata de "la ruta 34, por donde baja la cocaína, y la ruta 11, por la que transita la marihuana junto al río Paraná".
La violencia letal que aún se mantiene en Rosario, dijo el legislador, se explica por "la disputa del dinero que produce el negocio. Definimos las bandas como narcopoliciales, pero en realidad son las gerencias del territorio, por arriba de ellos existen los titiriteros que son los empresarios", agregó el legislador provincial.