El juez Ismael Manfrín ordenó la prisión preventiva de cuatro hombres de nacionalidad colombiana que fueron detenidos esta semana por hechos de violencia y amenazas como parte de las maniobras para cobrar préstamos informales y usurarios. La causa se suma a la de otros dos acusados, presos desde la semana pasada, que operaban en el Mercado de Productores con modalidad similar, aunque no se estableció un vínculo con esa banda. En la audiencia de ayer, el fiscal David Carizza dio detalles del modus operandi que parece repetirse para que las víctimas queden cada vez más acorraladas. La imputación es por el delito de "usura crediticia" que ejercían, desde marzo de 2020, de "forma profesional y habitual, como ocupación estable", les endilgaron.  

Para Carizza, los acusados actuaban "aprovechándose de la situación de necesidad, carencia e inexperiencia de las víctimas, obteniendo intereses u otras ventajas pecuniarias desproporcionadas en relación a los préstamos otorgados y, en consecuencia, colocando a las víctimas en una situación de ahogamiento económico financiero". 

Esa situación fue la que padeció una mujer que hizo la denuncia el lunes pasado, tras un hecho de amenaza y que fue detallada por el fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, cuando imputó a los detenidos. El padecimiento de la vecina de la zona de Gorriti al 5700 comenzó en marzo cuando ella se encontraba en una situación de apremio económico. Un hombre se le presentó en el negocio para ofrecerle un préstamo personal de 50 mil pesos, a devolver en 36 cuotas diarias de 2.800 pesos, "lo que lleva implícito la restitución del capital más el pago de un interés compensatorio usurario del 2.82% diario", reza la acusación. 

Para el fiscal, el imputado "explotó económicamente la situación de necesidad, logrando una ventaja patrimonial desproporcionada". Pero la situación no terminó allí. La víctima devolvió 34 cuotas en un total de 92.500 pesos, quedando una deuda de $5.600. Ante ello, bajo amenazas, el prestamista le ofreció refinanciar la deuda bajo la contraprestación de devolver 50 cuotas diarias 4.260 pesos por día, debiendo tener que devolver en total 214 mil pesos.

Días más tarde se presentó el padre del primer imputado y le ofreció a la misma víctima un crédito de 50 mil pesos con la misma modalidad. Ante la nueva imposibilidad de pago, el segundo le presentó a otro hombre que le prestaría 40 mil, con modo de devolución similar y diario. Cuando no pudo seguir pagando, apareció un cuarto, con un crédito de 50 mil pesos. Con esa bola de nieve llegó diciembre y nuevamente se presentó el segundo prestamista con otro ofrecimiento que la mujer tampoco llegó a cumplir.  

Así, el 13 de enero, este segundo prestamista la amenazó con quemarle la casa si no pagaba sus deudas, hecho por el que se inició la investigación que el lunes por la noche dio con los acusados. Ante las evidencias, el juez Manfrín dictó la prisión preventiva por 60 días para todos. Una mujer que también había sido detenida quedó "en principio" desvinculada.