Mientras los ambientalistas luchan para que las potencias mundiales se comprometan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para enfrentar el cambio climático, el multimillonario empresario Bill Gates busca otras alternativas tecnológicas para acabar con el fenómeno producido por la contaminación global. ¿Cuál es su idea? Tapar el sol para minimizar sus efectos nocivos ante una atmósfera debilitada.
El fundador de Microsoft financia el Experimento de Perturbación Controlada Estratosférica (SCoPEx), llevado adelante por investigadores de la Universidad de Harvard, que analizan la creación de un tipo de tecnología especial para reflejar la luz solar fuera de la tierra. En otras palabras, están explorando la posibilidad de vaciar en la atmósfera toneladas de polvo de carbonato de calcio no tóxico que permitan atenuar la luz solar y así enfriar el planeta.
"SCoPEx es un experimento científico para avanzar en la comprensión de los aerosoles estratosféricos que podrían ser relevantes para la geoingeniería solar", explican en la página web.
Allí cuentan que su principal objetivo es mejorar la fidelidad de los modelos de la geoingeniería solar, técnicas diseñadas para alterar el clima planetario a partir de la pulverización de partículas en la estratósfera, un enfoque conocido como "inyección estratosférica" o "dispersión estratosférica de aerosoles", de acuerdo al MIT Technology review. Este tipo de tecnología genera mucha controversia en el mundo científico, sobre todo por su dificultad para calcular los riesgos que acciones como estas podrían generar al ser aplicadas a gran escala, incluyendo cambios extremos en los patrones climáticos no muy diferentes a las tendencias de calentamiento.
"¿Es posible encontrar aerosoles que puedan reducir o eliminar la pérdida de ozono, sin aumentar otros riesgos físicos?", es la pregunta que guía las investigaciones de Gates y los expertos de Harvard.
Cómo son los experimentos en marcha
Para eso, los científicos realizarán en junio de este año un vuelo de prueba de un globo aerostático diseñado para dejar caer pequeñas cantidades de polvo calcáreo. Ya cuentan con los permisos de la Swedish Space Corporation para llevar adelante el experimento, que tendrá lugar cerca de la ciudad de Kiruna, desde donde se lanzará el globo a 20 km de altura.
En principio, el lanzamiento no liberará aerosoles estratosféricos. Más bien, servirá como prueba para maniobrar el globo y examinar las comunicaciones y los sistemas operativos. Si tiene éxito, esto podría ser un paso hacia una segunda etapa experimental que liberaría una pequeña cantidad de polvo de CaCO3 a la atmósfera.
David Keith, profesor de física aplicada de la Universidad de Harvard, reconoció que existen "muchas preocupaciones reales" de la geoingeniería ya que nadie sabe qué pasará hasta que se libere el calcio y se estudien sus efectos. Se desconoce la cantidad exacta de calciio necesaria para enfriar el planeta y los científicos de SCoPEx tampoco pueden confirmar si este el mejor aerosol estratosférico para el trabajo. A diferencia de los sulfatos, que pueden provocar la pérdida de ozono, el carbonato de calcio no es particularmente reactivo. Pero debido a que no existe de forma natural en la estratosfera, los modelos de su comportamiento son inciertos.
El globo SCoPEx liberaría en la segunda etapa del experimento hasta 2 kilogramos de carbonato de calcio en la estratosfera, luego retrocedería para observar desde lejos su efecto.
Los cálculos anteriores de Keith sugirieron que las partículas podrían ayudar a reponer la capa de ozono al reaccionar con moléculas que destruyen el ozono. Pero los experimentos de laboratorio del equipo de Harvard, publicados recientemente en Communications Earth & Environment, arrojaron que el compuesto es relativamente inerte a ese compuesto químico, sin embargo, sigue estando un paso adelante de los sulfatos que agotan la capa de ozono.