En la Ciudad de Buenos Aires, la tasa de desocupación durante el tercer trimestre de 2020 fue una de las más altas de la serie desde 2015: 13,4 por ciento, lo que significa que 208.500 personas buscaron y no encontraron trabajo. La cifra representa una suba de 2,9 puntos frente al mismo período de 2019 cuando el desempleo fue de 10,5 por ciento. Del total de desocupados, el 39.4 por ciento son jovenes de entre 19 y 29 años.
Todos los indicadores que tienen que ver con la esfera del trabajo en la Ciudad tuvieron un deterioro interanual, incluso marcando récords historicos tanto para las series de actividad y empleo como en las condiciones laborales y de vida en general. En la comparación intertrimestral en cambio hubo cierta recuperación, lo que se interpreta como un signo de reactivación luego de un año de profunda crisis económica causada por la pandemia.
La Dirección General de Estadísticas y Censos del Gobierno de la Ciudad realizó una caracterización de diferentes aspectos del mercado laboral y la población económicamente activa en el distrito durante el último trimestre del 2020, como complemento del informe de indicadores laborales que publica trimestralmente el organismo.
Más empleo precario
Uno de los impactos más profundos fue el aumento de la precarización en el mercado laboral. El conjunto de empleados por cuenta propia pasó de representar el 19,7 por ciento de los ocupados en el tercer trimestre de 2019, al 21,1 por ciento un año después. Como contracara, la población asalariada representa el 74,3 por ciento de la población ocupada en el trimestre, con una disminución de 1,4 puntos porcentuales a favor de la población que trabaja por cuenta propia.
En términos intertrimestrales, la recuperación del empleo asalariado es relativamente acotada (4,4 por ciento), frente a una muy superior de los trabajadores por cuenta propia (33,3 por ciento).
Si bien esta problemática se profundizó con la pandemia, es una tendencia que viene imponiendose desde hace años. "A lo largo del último quinquenio, la población que trabaja por cuenta propia fue creciendo como resultado del mecanismo de ajuste en el mercado laboral, donde el trabajo independiente juega un rol contra cíclico frente a la insuficiente creación de empleo en relación de dependencia", explica el informe.
Jóvenes
La población joven es una de las que encuentra mayores dificultades para su inserción laboral. La tasa de empleo de la población jóven se ubica en 51,1 por ciento, con una recuperación reciente de 4,3 puntos porcentuales frente al segundo trimestre pero un descenso interanual de casi 14 puntos porcentuales. La caída relativa en el empleo duplica al del total de la población, cuya tasa de empleo cayó durante el mismo periodo 7,6 puntos porcentuales.
En el tercer trimestre del 2020, 315.000 jóvenes se encontraban dentro de la población económicamente activa de la Ciudad, es decir que tienen una ocupación o, sin tenerla, la buscan activamente y están disponibles para trabajar. De ellos, 238.500 tienen trabajo, la mayoría en forma asalariada (202.000 personas). Sin embargo, dentro de la población de jóvenes asalariados, casi 3 de cada 10 están en situación de precariedad laboral.
Servicios
En términos absolutos, el sector de servicios es, por lejos, el que mayor pérdida de empleo contabilizó en el período: unas 181.000 personas que estaban ocupadas en Servicios en el tercer trimestre de 2019 perdieron su puesto. Las actividades económicas de servicios ascienden al 86,4 por ciento del total de ocupados de la ciudad: por cada persona ligada a ocupaciones de producción de bienes, existen alrededor de 7 que prestan servicios. Este sector incluye actividades con peso en la estructura productiva local que están gravemente afectadas, con abruptas caídas en los niveles de producción y facturación, como las de servicios de alojamiento y de comida, comercio al por menor y al por mayor y sector inmobiliario.
El servicio doméstico fue uno de los grupos ocupacionales que se vio especialmente afectado por la emergencia sanitaria. La población
ocupada en esta actividad tiene un peso importante
en la economía de la Ciudad (cercano a 5 por ciento) y aún mayor en el empleo
femenino (aproximadamente del 10 por ciento). Antes de la pandemia, dos tercios de las trabajadoras domésticas se
encontraban en condición de precariedad (sin descuento para jubilación).
En el tercer trimestre de 2020, hubo una fuerte reducción de las ocupadas en esta
labor (38 por ciento en la comparación interanual).